444– Muere en Alejandría el patriarca católico Cirilo que se destacó por su tenaz presecución y muerte de judíos y paganos, con el consentimiento de las autoridades del Imperio confiscaba o saqueaba sus templos, sus viviendas, se apoderaba de sus propiedades y los desterraba. El año 414 desterró más de 100.000 judíos de la comunidad de Alejandría, que quedó erradicada tras 700 años de existencia en la ciudad. Para ello se apoyaba en una turba de unos 600 monjes que actuaban como tropa de choque y que el año 418, por decreto imperial fueron reducidos a 500. La filósofa Hipatia es la más conocida de sus víctimas, asesinada en marzo del año 415.
Pese a todo esto, y muchos otros desmanes, la Iglesia católica lo venera como santo.