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En mayo de 1998, durante el Congreso Internacional de los Movimientos Eclesiales, el papa Juan Pablo II oficializó en Roma el apoyo del Vaticano a estas congregaciones. Fue un punto de inflexión para los grupos ultracatólicos, la baza que el pontífice jugó para hacer resurgir el catolicismo que, poco a poco, se iba diluyendo. Wojtyla había comenzado a formar un auténtico ejército vaticano.
Mientras, en España, el entonces presidente del gobierno, José María Aznar, se apoyó también en estas comunidades para impregnar a la sociedad española de un aire neoconservador. Les devolvió los favores en forma de subvenciones públicas que, a día de hoy, aún son el principal sustento de estos grupos. Su fuerte vocación de poder ha provocado que todas estas congregaciones hayan copado las instituciones políticas, religiosas, financieras o educativas. Mediante el eufemismo del “humanismo cristiano”, se han dedicado a hacer proselitismo de los dogmas de la Iglesia.
OPUS DEI
Es uno de los movimientos con más poder dentro de la Iglesia en España. La Obra fue fundada en 1928 por Josemaría Escrivá de Balaguer, canonizado por Juan Pablo II. Según expone esta Prelatura personal de la Iglesia católica en su página web, cuenta con 90.502 miembros –de ellos, 2.073 son sacerdotes– repartidos por 68 países de todo el mundo. Algunas estimaciones sitúan en 33.000 el número de fieles solo en España. Su modelo educativo está enfocado a las élites. La joya de la corona de todo su andamiaje en el ámbito de la educación es la Universidad de Navarra, de la que depende la reconocida escuela de negocios IESE Business School, con campus en Madrid, Barcelona, Múnich, Nueva York y Sâo Paulo. De manera indirecta, el Opus Dei está presente en otras dos universidades (el Centro Universitario Villanueva, en Madrid, y la Universidad Internacional de Cataluña) a través del servicio de Capellanía, encomendado a sacerdotes de la Prelatura.
Además, la Obra controla un centenar de centros educativos que segregan por sexo, entre los que destacan colegios tan elitistas como el Tajamar y el Retamar, ambos en Madrid. Lo hace directamente o mediante grupos empresariales o instituciones como Attendis, el Grupo Educativo Fomento o el Grupo COAS. A este entramado educativo se suman la Editorial Palabra, la Editorial Rialp y la Editorial Eunsa.
ASOCIACIÓN CATÓLICA DE PROPAGANDISTAS
Esta congregación nace en España, en 1909, de la mano del jesuita Ángel Ayala y del sacerdote (y futuro cardenal) Ángel Herrera Oria. La Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP) es, quizá, la que menos trata de esconder sus vinculaciones con la educación. A través de diversas fundaciones, entre las que destaca la Fundación Universitaria San Pablo CEU, los propagandistas tienen en su poder tres universidades: CEU San Pablo (Madrid), CEU Abat Oliva (Barcelona) y CEU Herrera Oria (Valencia). Sin embargo, los esfuerzos de los propagandistas no solo se dirigen hacia la formación universitaria. También cuentan con tres centros de Formación Profesional (FP) en Madrid, Valencia y Sevilla, y con 10 colegios e institutos repartidos por toda España. La ACNP presume de contar con 30.000 alumnos en sus centros educativos. Durante gran parte del siglo XX controlaron también la Editorial Católica y publicaciones como El Debate (convertida en el diario Ya), el diario Hoy (Badajoz) y La Verdad (Murcia), entre otros.
LEGIONARIOS DE CRISTO
En México, el sacerdote Marcial Maciel creó en 1941 la congregación de los Legionarios de Cristo. La polémica acompañó a Maciel los últimos años de su vida, al descubrirse su pasado pederasta –cometió múltiples abusos sexuales a menores, reconocidos por la propia congregación– y que engendró, al menos, seis hijos. Desde su llegada a España, los Legionarios de Cristo han conseguido extender sus tentáculos hasta la política, los medios de comunicación, las finanzas y, por supuesto, la educación. Los expertos cifran el número de Legionarios en España en unos 4.000.
La figura de Gustavo Villapalos, legionario y antiguo rector de la Universidad Complutense y consejero de Educación de Ruiz Gallardón en la Comunidad de Madrid, ha sido clave en la andanza educativa del movimiento. Su principal apuesta en España es la Universidad Francisco de Vitoria, donde se fraguó, por ejemplo, la fundación del lobby ultracatólico HazteOír. A través del movimiento Regnum Christi, la congregación ultra tiene en su poder hasta siete selectos colegios en las mejores zonas de Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia. Según el periodista José Martínez Velasco en su libro Los Legionarios de Cristo: el nuevo ejército del Papa, su misión es “fabricar y potenciar nuevos líderes, una nueva clase empresarial, un nuevo tipo de profesionales, educados, serios, reservados, cordiales pero firmes en la defensa de los valores de los Legionarios”.
CAMINO NEOCATECUMENAL
La primera comunidad neocatecumenal la funda Francisco José Gómez Argüello en un poblado chabolista de Vallecas junto a Carmen Hernández. Corría el año 1964. Esto marcará el carácter posterior de “los kikos”, una congregación que, al contrario que el Opus Dei, los Legionarios de Cristo o los propagandistas, está muy vinculada a las clases medias y medias-bajas. A pesar de sus coqueteos con el marxismo y el ateísmo durante su juventud, Kiko Argüello acaba por formarse como catequista y funda el Camino Neocatecumenal. La Universidad Católica San Antonio de Murcia es su principal activo educativo. Habitualmente se suele reconocer que no controlan ningún colegio y que los hijos de los fieles suelen acudir a centros del Opus. Sin embargo, a través de fundaciones como la San Pablo Siloé o la Fundación Pietas et Litterae han comenzado a extender su influencia educativa. Desde esta última fundación, no obstante, insisten en que no pertenecen “a ningún movimiento ni es iniciativa de ninguna realidad eclesiástica definida”. De la misma forma, numerosos educadores pertenecientes al movimiento imparten clases en las Escuelas Pías. A los neocatecumenales también pertenecen las agencias de noticias religiosas Zenith y H2O.
COMUNIÓN Y LIBERACIÓN
Los conocidos como cielinos tienen entre 1.500 y 3.000 fieles en España, según distintas fuentes. Se trata de un movimiento traído desde Italia por el padre Luigi Giussani. En menor grado, están presentes en la educación en España. Varios colegios han sido situados en la órbita del movimiento Comunión y Liberación. Tal es el caso del Colegio Internacional J.H. Newman (Madrid), envuelto en la polémica en varias ocasiones por la concesión de terrenos valorados en 11,8 millones de euros por parte del Ayuntamiento en 2002 y por “pedir donaciones” de 5.000 euros para admitir alumnos en 2005. También se vincula a los cielinos con el Colegio Internacional Kolbe, en Villanueva de la Cañada (Madrid). Cabe destacar la presencia de numerosos profesores cielinos en los institutos superiores.
Su actividad se encuentra muy vinculada a asociaciones como Atlántida y Nueva Tierra y la Compañía de las Obras, además de la Editorial Encuentro.
OTRAS CONGREGACIONES
Con un carácter más moderado que los movimientos eclesiásticos citados con anterioridad, la Compañía de Jesús también ejerce un importante control de la educación. Los jesuitas cuentan con tres universidades: la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid), la Universidad de Deusto (Bilbao), la Universidad Loyola (Andalucía) y parte de la Universitat Ramon Llull (Barcelona). A ello habría que sumarle cinco colegios mayores y otros 68 colegios.
Por su parte, los Salesianos controlan hasta 138 colegios concertados por toda España y otros 60 centros de Formación Profesional. También pertenece a esta congregación el CES Don Bosco, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, y la Escola Universitària Salesiana de Sarrià (Barcelona).
Otras universidades como la Católica de Valencia San Vicente Mártir, la Pontificia de Salamanca, la San Jorge de Zaragoza o la Católica de Ávila pertenecen directamente a la Iglesia católica.