Unidos Podemos también se ha salido de las negociaciones sobre el pacto educativo. Un día después de que lo hiciera el PSOE, y tras convocar a asociaciones de padres, profesores y alumnos para que le sirvieran de apoyo, los responsables educativos en el Congreso de la formación morada han anunciado que se marchan también. «La comunidad educativa nos ha pedido que nos vayamos y, si nos pide que nos vayamos, no vamos a seguir en la Subcomisión», ha expresado la diputada Ione Belarra.
A continuación, ha realizado un llamamiento a «la movilización», a que «se movilicen todos los sectores, a que salgan a las calles» para protestar contra el Gobierno y su política educativa. En otras palabras, volverán este curso las huelgas y las manifestaciones de la marea verde.
Sandra Moneo, portavoz de Educación del PP en el Congreso, ha asegurado que su partido se mantiene en la Subcomisión del pacto educativo y ha considerado que «la izquierda de este país no ha estado a la altura del momento histórico para el que hemos sido convocados por los ciudadanos». «Es evidente que la salida del PSOE de ayer respondía a una estrategia política y nada tenía que ver con el debate educativo», ha recalcado.
«No vamos a participar en un pacto que desde el comienzo la comunidad educativa ha considerado un paripé», ha expresado Belarra después de reunirse con representantes de CCOO, el Sindicato de Estudiantes, Europa Laica, Movimiento de Renovación Pedagógica y STEs. Estaban convocados también los miembros de la asociación de padres Ceapa, pero lo precipitado de la reunión, organizada con muy poco tiempo, ha impedido que alguno de sus representantes pudiera acudir.
Al lado de Belarra estaba Ana García, portavoz del Sindicato de Estudiantes, que ha llamado también a «salir a la calle a luchar» para derogar la Lomce y el decreto del 3+2, «acabar con los conciertos», «sacar la Religión de las escuelas», «revertir los recortes» y «volver a contratar a los 10.000 profesores despedidos».
Este martes, después de la espantada del PSOE, Unidos Podemos dijo que continuaba en el pacto pero ponía como condición que se cambiara el método de votación de los puntos del guión, que le perjudica. Advirtió de que si el PP y Ciudadanos no accedían a modificarlo, se iría también. Quería que el sistema acordado previamente entre el PP y PSOE, que requiere de una mayoría de tres quintos (210 diputados) y el acuerdo de al menos tres grupos, se sustituyera por una mayoría absoluta, que sólo necesita la aprobación de 176 diputados.
Esta mañana se ha reunido la Mesa de Portavoces de la Comisión de Educación para decidir qué se hacía con el sistema de votación. PP y Ciudadanos han accedido a la exigencia de Unidos Podemos y han quedado en concretarlo el martes que viene y tratar de que a la reunión acuda el PSOE, que este martes se ha ausentado.
A la salida de esa reunión, el portavoz de Educación de Podemos, Javier Sánchez, ha apuntado ya lo que iba a ocurrir por la tarde: «El pacto está en una vía muerta. Si no se soluciona el elemento de la financiación y el de la metodología no habrá acuerdo educativa. Quizá hay que seguir presionando por otras vías».
Francisco García, responsable de la Federación de Enseñanza de CCOO, ha explicado a EL MUNDO esta mañana que «esto nos aboca a un escenario nuevo donde no se puede descartar que haya movilizaciones educativas para revertir los recortes, a tenor de la política educativa del Gobierno, que ha generado un amplio rechazo social y político».
La primera consecuencia de la espantada del PSOE y, ahora, de Podemos es que el Gobierno puede dejar de aplicar la Lomce en su forma más descafeinada y volver a poner las reválidas, que habían quedado en suspenso hasta que se negociara un gran acuerdo de Estado.