En una época en la que el debate se centra en retirar la religión católica de las aulas, la noticia de la llegada de otra confesión a los centros escolares navarros se ha recibido en ciertos ámbitos con incomprensión. De hecho algunos grupos políticos ya han mostrado su rechazo a la propuesta e insisten en su defensa de la laicidad en la escuela. Desde la dirección de Paz, Convivencia y Derechos Humanos son conscientes de la polémica, sin embargo, recuerdan que Navarra, al igual que el resto de autonomías, no tiene potestad para eliminar la asignatura de religión. Ante la premisa de que es obligatorio impartir esta materia como optativa, “nos encontramos con que hay que hacer efectivo ese derecho también para la comunidad islámica”, afirmó el director del servicio de Memoria y Convivencia, Txema González. Son los “problemas” derivados de tener diversidad, que puede ocurrir que religiones minoritarias “queden discriminadas con respecto a las mayoritarias que sí están haciendo efectivos sus derechos”.
La LOMCE obliga a impartir la asignatura de religión como optativa tanto en centros públicos como en los concertados y el único margen de maniobra que les queda a las comunidades autónomas es modular su intensidad. “Sólo podemos debatir sobre el número de horas semanales que se imparten, una o dos horas, ya que mientras la ley no cambie no se puede eliminar”, afirmó González. Y ese debate es precisamente el que también tienen sobre la mesa en el departamento de Educación. Y es que en la actualidad Navarra imparte el máximo legal en la etapa de Primaria y 1º y 2º de ESO (dos horas semanales) y la intención del Gobierno foral es reducirla a una sesión tal y como lo solicitó recientemente el Parlamento de Navarra.
Así las cosas, y más allá del debate sobre la presencia de las confesiones religiones en las escuelas, que de momento no puede ir más allá de la carga horaria, la intención del Gobierno foral es hacer efectivos los derechos de las distintas comunidades religiosas. “Los musulmanes sólo reivindican la igualdad de trato. Si se adoptara, porque la ley lo permite, la decisión de que ninguna religión estuviera en la escuela lo aceptarían, pero hoy por hoy lo que piden es un trato igualitario”, opinó González.
Control de contenidos
Aparte de ser una cuestión de derechos, el presidente de la delegación de la Comunidad Islámica en Navarra, Mohamed Amnay, considera que si se imparte la religión islámica en las escuelas públicas se garantiza el control de los contenidos y del profesorado. Y es que el currículo de la asignatura lo elabora la Comunidad Islámica de España pero tiene que recibir el visto bueno del Ministerio de Educación. “La alternativa es que la formación religiosa de los niños termine en manos de imanes descontrolados en cualquier mezquita irregular o de imanes que carecen de la formación adecuada”, remarcó Amnay, quien lamenta “el inmovilismo y la opacidad que ha habido y sigue habiendo en general en España para la contratación del profesorado de religión islámica. Queda mucho por hacer, también en los centros escolares, por eso es de agradecer la voluntad del Gobierno de Navarra”. – M. Olazarán
El Post-it
Currículo y contratación del profesorado. El profesorado de religión islámica es designado por la Comisión Islámica de España (CIE) al igual que los de religión católica lo son por la Conferencia Episcopal. Si cumplen con los requisitos, la Comisión propone su contratación al Ministerio de Educación o Consejería de Educación de la CCAA. La CIE, bajo la coordinación de la Unión de Comunidades Islámicas de España, se encarga también de elaborar los libros de la asignatura. El Ministerio autoriza el currículo.
