Educación modifica el protocolo de actuación para autorizar que los padres pongan en conocimiento de la administración el caso de acosos sin pasar por la dirección del centro: «Queremos evitar que se repitan situaciones como las de León»
La Junta de Castilla y León estudia la retirada del concierto educativo con el colegio Maristas San José de León si confirma que el centro conocía el caso de caso de acoso de un alumno y lo ocultó “deliberadamente”.
Así lo han confirmado fuentes de la consejería de Educación a leonoticias, tras recordar que la Inspección de Educación no tuvo constancia de este caso hasta el año pasado a pesar de que el menor sufrió acoso crónico durante cuatro cursos, entre tercero de Educación Infantil y tercero de Primaria.
Una situación que ha obligado a la Junta de Castilla y León a estudiar con “detenimiento” este caso para tomar las medidas oportunas, entra las que no se descarta la retirada del concierto.
Decisión de la que no tenía constancia la dirección del Maristas que, si bien, guardan silencio y se remiten al comunicado que hicieron público este jueves en el que incide en el cumplimiento estricto de los protocolos para “prevenir, atajar o solucionar” casos de acosos.
Cambios en la normativa
Caso además que ha obligado a Educación a incluir en una importante novedad en el ‘Protocolo de actuación en supuestos casos de acosos escolar en centros docentes públicos y concertados de Castilla y León’ que verá la luz en las próximas semanas.
La Junta ha modificado la norma para permitir a los padres poner en conocimiento de la Dirección Provincial de Educación cualquier caso de acosos escolar sin tener que comunicarlo previamente a la dirección del centro escolar “para evitar que se repitan situaciones como la de León”.
De esta forma, la familia del menor podrá comunicar directamente a la administración educativo el caso para, de manera inmediata, se ponga en marcha el protocolo ‘antiacoso’. En esta línea, se refirió el consejero de Educación, Fernando Rey, que reconoció la gravedad del caso que ha obligado a estudiar los mecanismos que han fallado.
Expedientes sancionadores para los dos agresores
Fue el Procurador del Común el que dio la voz de alarma sobre este caso de acoso que sufría un alumno de ocho de años que había sido objeto de agresiones denunciadas que se habrían iniciado por algunos de sus compañeros ya en el curso 2013/2014, mientras cursaba 3º de educación infantil.
El niño había sufrido desprecios y ridiculización, coacciones, restricción de la comunicación, agresiones físicas, intimidación, amenazas y exclusión y bloqueo social que, en todo caso, fueron puestas en conocimiento de la dirección del centro.
Sin embargo, conforme al escrito del Común, la dirección recomendó incluso a la familia el cambio de centro, momento en el que la familia acudió a la Inspección Educativa. El caso terminó con un expediente sancionador a los dos alumnos agresores. El menor afectado sigue formando parte del alumnado del Maristas.