Un ejemplo de como los Acuerdos con la Santa Sede posibilitan que estas entidades acogidas al derecho canónico puedan vulnerar los principios de un Estado democrático y de derecho tal como recoge la Ley de Asociaciones, que no es aplicable a las organizaciones canónicas. También debiera servir de reflexión a quienes forman parte de las mismas para tomar conciencia de las condiciones que rigen en la estructura de la que forman parte.
La Iglesia rechaza que una mujer sea hermana mayor de una cofradía, a pesar de haber sido votada por el 97% de los hermanos
La Semana Santa toledana se presenta movidita por el “inmovilismo” del arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, que después de dos años se niega todavía a reconocer a una mujer como presidenta de la popular cofradía de la Virgen de las Angustias, a pesar de que María Dolores Mateo recibió el apoyo casi unánime (87 votos a favor, dos en contra y uno en blanco) de los cofrades. Sin embargo, el máximo responsable de la jerarquía eclesiástica elude refrendarla, provocando así ciertas sospechas de misoginia, ya que monseñor Rodríguez todavía no ha dado una razón convincente para rechazar la decisión democrática de todo un colectivo. Tanto es así, que numerosos cofrades se han levantado contra el arzobispo emitiendo un duro comunicado que no tiene ni una plegaria de desperdicio.
“Tejemanejes de un sector del clero”
En el texto, firmado por un exhermano mayor y por otros tres aspirantes a dirigir la cofradía, al que ha tenido acceso ELPLURAL.COM, denuncian la “permanente injusticia que por parte de algunos miembros de la autoridad eclesiástica toledana está sufriendo nuestra hermandad”, por lo que dicen estar obligados a salir a la opinión pública para defender su honorabilidad. “En primer lugar ante la opinión pública, en gran parte ajena a los tejemanejes que un sector del clero dirigente está empleando contra nosotros”, y que los “desconoce”, no así el resto de los hermanos que “llevamos tiempo, dos años, aguantando con el máximo respeto decisiones infundadas y arbitrarias que por su parte se han dictado”, aseguran.
“Han pisoteado nuestros derechos”
Los cofrades firmantes del comunicado no dudan en acusar al arzobispo y a sus adláteres de “pisotear los posibles derechos que nos ofrecen tanto las leyes civiles como las eclesiásticas”, ya que no entienden que se convoquen unas elecciones “democráticas caprichosamente, y luego jugar al despiste y mofarse de los resultados, ya que los que hayan surgido de las urnas tienen que ser refrendados, lo cual genera directivos elegidos desde la legalidad, pero no desde algo más importante que es la legitimidad”, dicen, al mismo tiempo que piden a monseñor Rodríguez “un esfuerzo” y que piense que, “si hay elecciones, no hay ninguna ‘Autoridad’ que pueda enmendar el resultado, sin causa justa, y si tal hubiera, tienen que proceder a la impugnación de esos resultados, cosa que aun no han hecho en ninguna de las dos ocasiones que han decidido convocarlas”, concretan.
“Intromisión injustificada”
Es cierto que el concepto de democracia en la Iglesia española deja mucho que desear cuando se trata de dar libertad a sus seguidores, que en ocasiones se ven fiscalizados por personas ajenas a sus asociaciones, como el caso del comisario designado por el arzobispo para llevar las riendas de la hermandad de la Virgen de las Angustias. De ahí que acusen de “intromisión injustificada” a un determinado grupo de la Iglesia de Toledo en los asuntos de la Hermandad, “que no están respaldados por ninguna de las legislaciones posibles en una sociedad libre y democrática, y por lo tanto es asunto de la única responsabilidad del referido grupo de la jerarquía que dispuso tales medidas”, añaden.
“Falta poco para la mazmorra”
Los denunciantes concluyen su comunicado recordando al arzobispo que hasta el momento han aceptado estas imposiciones “esperando que fueran arreglándose por vía del dialogo y buenos acuerdos, aspectos que lamentablemente vemos que no entran en la disposición de la parte imperante y determinante de esta situación”, al mismo tiempo que señalan que dichas actitudes del determinado sector de la Iglesia toledana “ponen en evidencia lo que les cuesta entrar en el Concilio Vaticano II, demostrando de nuevo que están más cómodos con los tiempos de la Inquisición y del más lejano Concilio de Trento, que castigaban el pensamiento de forma desmedida e ignominiosa”, concluyen “castigos de los que, a día de hoy, todavía nos hemos librado, aunque, visto lo visto, falta poco para la mazmorra…»
A Dios rogando y con el mazo dando
La respuesta dada por el Arzobispado de Toledo a las quejas de los cofrades de la Virgen de las Angustias no puede ser más personalista y antidemocrática, ya que advierte a los insumisos que según establece el Código de Derecho Canónico y la normativa diocesana vigente, “no se deriva el nombramiento automático e inmediato, siendo necesaria la posterior confirmación de la autoridad competente, según Derecho, en este caso el sr. arzobispo de Toledo”. O lo que es lo mismo, las elecciones libres y la democracia se subordina al capricho del jerarca eclesiástico de turno, que en este caso utiliza a la perfección el dicho aquel que señala con certeza: A Dios rogando y con el mazo dando.