El Govern de la Nau busca que pague impuestos por los edificios no dedicados al culto, incluido el Palacio Arzobispal o la Universidad Católica
El Ayuntamiento de Valencia presentará una propuesta en las Jornadas Municipalistas por una Financiación Justa, que se celebrarán en Valencia el 16 y 17 de febrero, para que las administraciones locales puedan cobrar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a aquellos locales de la Iglesia que no se dediquen directamente al culto, incluidas grandes propiedades utilizadas como residencias, caso del Palacio Arzobispal. La idea es lograr un consenso en torno a esta propuesta para luego elevarla al Congreso y conseguir que se modifique la Ley de Mecenazgo que impide cobrar esos impuestos. La composición actual del Parlamento así lo permitiría, asegura el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, que calcula que sólo en Valencia se podrían recaudar 3 millones anuales.
En la actualidad, la Iglesia Católica, así como otras confesiones y organizaciones sociales, está exenta del pago del IBI por sus locales, independientemente de que se dediquen al culto o sean propiedades con las que hace negocio, como tiendas, aparcamientos, hoteles etc. El Concordato firmado con la Santa Sede en 1979 exime del pago de impuestos a todas las confesiones religiosas y, además, la Ley de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines de Lucro, conocida como Ley de Mecenazgo, blinda también a aquellas propiedades de la Iglesia que generan beneficios, pues considera que sus fines también son finalmente sociales.
Así pues, en la actualidad no es posible cobrar el IBI por los edificios religiosos, que, según la organización Europa Laica, son 1.280 en la capital, con sólo un 18% dedicados al culto. Se calcula que el consistorio deja de ingresar al menos un millón de euros por este motivo.
Punto de partida
Para paliar esta situación, el Govern de la Nau ha anunciado desde el primer momento su deseo de cambiar la Ley del Mecenazgo y todo parece indicar que un buen punto de partida serán las Jornadas Municipalistas del mes de febrero. Según el concejal Ramón Vilar, allí se presentará un documento «bastante conservador» para cobrar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) por aquellos edificios que no se dediquen al culto. Se excluye, incluso, a los edificios por los que se cobra una entrada a los turistas, como es el caso de la catedral.
Competencia desleal
Según Vilar, la idea es cobrar sólo por aquellos edificios que la iglesia tiene en alquiler o explotación y que aportan unos beneficios económicos a la entidad. Es más, también se cobrará por aquellos inmuebles que se utilizan como residencia, como el Palacio del Arzobispado. «No veo por qué el arzobispo puede vivir en un palacio y no pagar nada», reflexiona el edil. Y se incluiría, finalmente, a la Universidad Católica, «primero porque cobra una matrícula y al final es un negocio y segundo porque al no pagar impuestos hace una competencia desleal al resto de universidades privadas, que sí pagan».
Con esta iniciativa, el equipo de gobierno quiere que los alcaldes asistentes a la «cumbre» hagan suya la propuesta y la trasladen al Gobierno y a los partidos con representación parlamentaria para que la presenten oficialmente en el Congreso de los Diputados. Sería una modificación de la Ley del Mecenazgo, aprobada por el Gobierno de José María Aznar, que ahora podría tener el apoyo mayoritario de la cámara dada la correlación de fuerzas que hay en la misma. Con un gobierno en minoría del Partido Popular, esta proposición podría salir adelante, pues Vilar cree que la iniciativa contaría con la aprobación incluso de Ciudadanos.
Sus cálculos son que el Ayuntamiento de Valencia podría recaudar por esta vía alrededor de 3 millones de euros.