Evita pronunciarse sobre el caso Mendizabal
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha mantenido, en su último día de viaje oficial a Roma, un encuentro con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, al que ha trasladado una invitación para que el Papa Francisco visite Euskadi y le ha presentado los grandes ejes de actuación del Gobierno vasco y, en concreto, se ha centrado en la nueva «agenda de derechos humanos».
Tras destacar que Parolin es consciente de «los esfuerzos» que se realizan en Euskadi para lograr «una paz justa, duradera y definitiva», ha afirmado que la reunión ha sido «una oportunidad» de buscar apoyos de agentes de fuera del País Vasco.
Al encuentro también han asistido el secretario general para la Paz y la Convivencia, Jonan Fernández, y la secretaria general de Acción Exterior, Marian Elorza.
En ese encuentro, el lehendakari le ha cursado una invitación para una posible visita del Papa Francisco a Euskadi y ha recordado que ya lo hizo con motivo de «una posibilidad que hubo de un viaje del Santo Padre al Estado español».
«Y no solo que pueda visitar Euskadi, sino que he trasladado también el deseo de que siempre que vamos a un lugar especial y también en coordinación con el resto de instituciones vascas, podamos dejar una señal de los vascos en el mundo y qué mejor señal que un retoño del árbol de Gernika en el Vaticano», ha afirmado.
Urkullu, que ha destacado la importancia de la Iglesia y del Vaticano, ha indicado que el objetivo del encuentro era explicarle cuál es el propósito de construcción de un país y de construcción de una sociedad mediante el diálogo en aras al acuerdo.
Según ha informado el Gobierno vasco, en el encuentro el lehendakari ha avanzado al secretario de Estado que el Gobierno vasco elaborará un Plan de Convivencia y Derechos Humanos que incluirá como uno de sus ejes la interreligiosidad e interculturalidad, dos «conceptos enmarcados en la agenda emergente del sigo XXI en el ámbito de los Derechos Humanos».
El lehendakari ha repasado los ejes principales de su Gobierno y la conversación ha girado en torno a los cuatro ejes de trabajo del Ejecutivo, como son el desarrollo humano, integración social, igualdad y servicios públicos de calidad; el empleo, reactivación y sostenibilidad; la convivencia y derechos humanos; y el modelo de autogobierno dialogado.
Refugiados
El lehendakari ha compartido con el cardenal Parolin su «profunda preocupación» por la situación que padecen los refugiados y por la «insuficiente» capacidad de reacción de los Gobiernos estatales europeos y de las instituciones comunes. Ante ello, ha expresado la importancia del impulso que, desde las Conferencias Episcopales, puede tener la iniciativa de los Corredores Humanitarios.
Urkullu también ha manifestado su coincidencia con «el compromiso común en favor de los inmigrantes, refugiados y desplazados que haga posible darles una acogida digna», que expresó el Santo Padre el 9 de enero de 2017 ante el cuerpo diplomático.
Este discurso, según ha recordado el Gobierno vasco, ponía el acento en la necesidad de «conjugar» el derecho de cada persona a emigrar y, al mismo tiempo, garantizar la posibilidad de «una integración de los inmigrantes en los tejidos sociales en los que se insertan, sin que estos sientan amenazada su seguridad, su identidad cultural y sus propios equilibrios políticos y sociales. También se aludía a que los mismos inmigrantes «no deben olvidar que tienen el deber de respetar la leyes, la cultura y las tradiciones de los países que los acogen».
El lehendakari, que también ha insistido en la importancia de recuperar los valores de una Europa Social, ha expresado al Secretario de Estado su plena coincidencia con el mensaje para la Jornada de la Paz que el Papa leyó el 1 de enero: «La No violencia, un estilo de la política para la paz».
Urkullu ha indicado que el cardenal Pietro Parolin «conoce todos los esfuerzos» que en Euskadi se han venido realizando «en pro de la consecución de una situación de paz justa, duradera y definitiva» y ha asegurado que es «conocedor» del momento que se vive en el País Vasco.
«Ha sido una oportunidad para insistir en ello y para buscar el apoyo de agentes que no solamente sean vascos y que trabajan en este ámbito de consolidación de los derechos humanos y de la consolidación de una convivencia en paz, justa y duradera», ha añadido. Por último, ha mostrado su intención de estrechar las relaciones entre Euskadi y la Santa Sede.
Urkullu sobre el caso Mendizabal: «Es un proceso que corresponde a la propia Iglesia»
Por otro lado, y antes de reunirse con Parolin, el lehendakari ha eludido opinar sobre el caso de abusos sexuales cometidos por el exvicario general de Gipuzkoa, Juan Kruz Mendizabal, ya que es un «proceso que corresponde a la propia Iglesia», que «ya ha adoptado decisiones».
Urkullu se refirió así al caso de abusos sexuales por parte del ex-vicario, que ha sido condenado en un proceso canónico por «tocamientos deshonestos» a dos menores en los años 2001 y 2005, durante una comparecencia de prensa que ofreció ayer en Roma.
Preguntado sobre si trataría este asunto en su reunión de este viernes con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, el lehendakari aseguró que «no le corresponde a él» interferir en este caso.
«No me corresponde entrar en ese terreno, ya han adoptado las decisiones, y en principio tengo que respetar la situación de las personas que han denunciado el acoso o lo que haya podido ser la causa de la sanción o del proceso abierto al ex-vicario general de la diócesis de San Sebastián», manifestó Urkullu.
El mandatario vasco recordó que los afectados tienen la posibilidad de acudir a la justicia ordinaria y también a recurrir a la canónica. «Es la propia diócesis y la propia Iglesia católica en su estructura jerárquica la que toma las decisiones, no me corresponde a mí hacer ninguna valoración», concluyó.
