Una multitud de musulmanes melillenses enfadados —2.500, según la policía; y 6.000, según los organizadores— recorrieron esta tarde de sábado las calles deMelilla (85.000 habitantes) gritando «Barkani dimisión, Imbroda a la prisión». Protestaban contra la prohibición de la entrada de borregos desde el país vecino a España para la correspondiente fiesta musulmana, la fiesta del cordero. Lapascua grande islámica del Aid el Kebirque que se celebra el próximo día 12 de septiembre, se ha dado de bruces con una ley sanitaria que impide la importación de esos animales a territorio español por temor a la propagación de la fiebre aftosa.
Coalición por Melilla (CPM), principal partido de la oposición de base mayoritariamente musulmana, había previsto una caravana de vehículos para la tarde del pasado viernes 26 de agosto con el fin de hacer patente su desacuerdo ante esa imposibilidad de importar borregos desde Marruecos. Sin embargo, la marcha fue también prohibida por «haber sido solicitada la autorización con sólo 24 horas de antelación», según argumentó después el delegado del Gobierno.
El conflicto está enconado y la manifestación de este sábado es una evidencia de que los ánimos están caldeados en la ciudad autónoma.
El Barkani ya apuntó que, tal y como se razonaba en el escrito remitido al secretario de Organización de CpM, Hassan Mohatar Maanan, el artículo 8 de la Ley Orgánica reguladora del Derecho de Reunión dispone que «la celebración de reuniones en lugares de tránsito público y de manifestaciones deberá ser comunicada por escrito a la autoridad gubernativa correspondiente por los organizadores o promotores de aquellas, con una antelación de diez días naturales como mínimo y de treinta como máximo».
Según el delegado, al haberse realizado la comunicación por parte de los promotores de la protesta con poco más de 24 horas de antelación y al no haberse acreditado que concurran causas extraordinarias o graves que justifiquen la urgencia de la convocatoria, acordó prohibir su celebración, como consta en la resolución notificada a los convocantes.
No es una ley musulmana
Abdelmalik El Barkani dijo esperar «que los promotores se avengan a lo regulado por la normativa vigente» y ha apeló «una vez más a la sensatez ante una realidad –como es la imposibilidad de importar corderos desde Marruecos para el próximo Aid El Kebir– que tiene sus razones en la normativa sanitaria vigente». Sin embargo, los hechos muestran que no están dispuestos a conformase.
«Sunna sí, Manolos no», gritaban por las calles los manifestantes en aludiendo al nombre que reciben los corderos españoles.
«En ningún caso –ha manifestado el delegado del Gobierno– se pretende atentar contra las tradiciones de los musulmanes melillenses, suficientemente protegidas y respetadas por la ciudad de Melilla, no solo por la declaración oficial de fiesta local para la misma Pascua del Sacrificio sino con la importación de borregos peninsulares con garantía halal, que asegura el abastecimiento suficiente para la celebración del rito islámico».
Por tal motivo, El Barkani rechazó cualquier invocación de corte político que relacione las medidas adoptadas ante la festividad del Aid el Kebir «con motivos distintos de la declaración de fiebre aftosa en el vecino país y las consecuencias que dicho brote han tenido para impedir la importación de corderos tal cual se ha permitido en años anteriores».
Y, antes de la celebración de la manifestación, El Barkani pidió «que no se politice un asunto inminente sanitario» y requirió a los dirigentes de CpM «que no realicen interpretaciones retorcidas del Estado de Derecho, por las que catalogan de ilegal o antimusulmanas todas aquellas normas que no se adecuan a sus pretensiones». Y zanjó: «En un Estado de Derecho hay que respetar la ley y no incumplirla o incitar a otros a que la incumplan».