Han recogido firmas, han previsto protestas callejeras y actos lúdicos y ahora quieren llevar su rechazo a los Ayuntamientos. Las asociaciones Europa Laica y la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL) han escrito un modelo tipo de moción municipal de urgencia con la que esperan que los plenos de todos los Ayuntamientos posibles aprueben una queja formal contra la visita de Benedicto XVI a Madrid dentro de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), prevista del 16 al 21 de agosto.
"Ya nos lo han reclamado grupos de izquierda de municipios pequeños de Extremadura y Andalucía", asegura el presidente de Europa Laica, Francisco Delgado, que evita dar los nombres de los pueblos.
El escrito critica el respaldo de las Administraciones a un acontecimiento que, según consideran, tiene carácter privado. No comparten las donaciones que van a realizar distintas empresas, que disfrutarán de exenciones fiscales, el respaldo de ocho ministerios del Gobierno de España ni la colaboración de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital. La organización de la JMJ prevé un gasto de 50 millones en las jornadas (que esperan cubrir al 70% con aportaciones de peregrinos y el resto con lo que donen las distintas empresas) y unos ingresos derivados del turismo y la promoción de 100 millones.
"Total desacuerdo"
En la moción, AMAL y Europa Laica piden a los plenos que manifiesten su "total desacuerdo" con el recibimiento programado, que no haya protocolos institucionales y que no se invierta dinero público, además de reclamar que se inste a la Fiscalía del Estado a "que esté atenta a posibles declaraciones públicas de Benedicto XVI que puedan ser constitutivas de delito para la salud o el orden público".
No es la primera iniciativa prevista para una sede municipal. En febrero, por ejemplo, IU presentó una proposición en el pleno del distrito de Arganzuela en la que pedía que se denegara la autorización para el uso de dotaciones públicas, "especialmente colegios", para la visita. Ahora estudian respaldar la propuesta de moción de urgencia, según un portavoz de la formación.
La moción de laicos y ateos critica otros dos aspectos además del gasto, como la organización de "actos protocolarios al más alto nivel" para un acontecimiento "exclusivamente dirigido a una determinada organización religiosa".
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