De la historia de Alba Vicente, la niña de 10 años de Miajadas que buscaba su comunión no católica, llama la atención que pudiera hacerlo a solo ocho kilómetros, en Vivares. La inmensa mayoría de los ayuntamientos no tienen ordenanzas que regulen las ceremonias de acogimiento civil de los menores y sorprende que la entidad local menor de Don Benito sea una de las dos opciones en la región, la otra es Valverde de Leganés, pioneros desde el año 2010.
La respuesta a esta rareza la explica Sergio Diestro, su alcalde.
Apóstata, de 32 años y cinco como primer edil de Vivares, Diestro revalidó en las municipales su mandato con mayoría plena. El 86% de los apoyos se tradujeron en cinco concejales de los cinco posibles. Licenciado en Ciencias Políticas por la Complutense, compañero de Errejón y alumno de Bescansa, un amigo de facultad y concejal de Rivas-VaciaMadrid le comentó que habían puesto en marcha una ordenanza sobre acogimiento civil, una ceremonia alternativa al bautismo y a la primera comunión en la que se lee a un menor de edad varios artículos de la Constitución Española sobre protección de la infancia y los derechos que le otorga la Convención de Naciones Unidas. Los padres y dos padrinos se comprometen a velar porque se mantengan sus derechos.
Aclara Sergio Diestro que no se trata de ir contra los sacramentos católicos, sino de dar la opción a los vecinos de celebrar la vida en sociedad desde una perspectiva laica.
Al presentarse como alcalde por el PSOE incorporó esta idea de Rivas a su programa electoral, pero en la legislatura pasada no pudo aprobarla. Reconoce que había otras prioridades.
La iniciativa se ha reactivado ahora porque una familia del pueblo que hace años se interesó por el asunto cuando tuvieron su primera hija preguntó al alcalde por esta promesa. «Quieren celebrar un acogimiento con sus dos hijas, cuando nazca el bebé que esperan, por eso hemos retomado la ordenanza y la hemos aprobado». La regulación entró en vigor el pasado seis de julio, y si no hay cambio de última hora antes de que termine el verano esta pareja podrá celebrar su ceremonia familiar laica.
En mitad de este proceso llegó Alba Vicente, una niña de Miajadas que le propuso a sus padres una celebración similar a la primera comunión pero en la que no participara la Iglesia. Por insistencia de Alba, preguntaron en el Ayuntamiento de Miajadas y allí le dijeron que no podían ayudarle, pero conocían lo de Vivares y el sábado pasado Alba celebró en la piscina municipal de la aldea su fiesta.
Sergio Diestro actuó de oficiante y habla de un momento emocionante. «Lo más importante es que la niña pasó un día inolvidable. Estuvo acompañada por sus dos familias y escuchó discursos preciosos de sus padres». Al alcalde le sorprendió la madurez de Alba, bautizada en su día pero que por voluntad propia ha elegido una ceremonia civil y no la primera comunión.
Tras la celebración y después de que saliera en HOY, con el Ayuntamiento de Vivares se ha puesto en contacto una familia de Madrid que conoce al alcalde para que celebre el acogimiento de su bebé. «En un principio iba a ser solo para vecinos del pueblo, pero en el Consejo de Participación se decidió que si los derechos de la infancia son universales, tenemos que abrirlo a padres de toda España que lo soliciten».
El Consejo de Participación al que hace mención el alcalde lo integran representantes de todas la asociaciones de Vivares, desde los jóvenes hasta mayores. Y todos, recalca, dieron el visto bueno a esta ordenanza. «No se trata de ir contra nadie, y mucho menos contra la Iglesia. La teniente de alcalde es del consejo parroquial y no puso pega. Entendió, como la mayoría, que es necesario ofrecer una alternativa a los padres que quieren educar a sus hijos por una vía ajena a la de los sacramentos o a los preceptos de cualquier religión».
Sergio presume de Vivares como un pueblo muy activo, con varias asociaciones y en el que ha arraigado la conciencia civil. Tienen un Consejo de Mayores, los niños eligen a su alcalde infantil y el Consejo de Participación propone iniciativas al Pleno Municipal. En el pueblo también tienen institucionalizada la mayoría de edad. El alcalde recibe a cada vecino que cumple 18 años en el Ayuntamiento y le entrega una carta con los derechos y deberes que adquiere cuando deja de ser menor. Se trata de otro sacramento civil, comparable con la Confirmación, para que los chicos tengan conciencia de lo que supone este cambio.
Valverde de Leganés
Junto a Sergio Diestro, el otro representante político que ha tenido el honor de celebrar un acogimiento en la región es Manuel Borrego, teniente de alcalde de Valverde de Leganés y quien inauguró esta práctica hace ya casi seis años. Borrego recuerda ahora que todo surgió porque unos vecinos no querían bautizar a su hijo por la Iglesia y habían leído que algunos ayuntamientos permitían esta opción. «Nosotros lo estudiamos, hicimos la ordenanza y pasó por pleno sin problema alguno». Con el paso del tiempo, explica, lo de ser el primero en la región lo ve más como una anécdota. A su juicio, lo realmente relevante viene porque la administración pública ha sido capaz de ofrecer una alternativa y no cerrar las puertas a la gente. Aunque ahora es algo muy minoritario, augura que con el tiempo este tipo de ceremonias casi se equipararán a las religiosas. «En Francia se opta más por los acogimientos que por los bautizos y aquí seguirá el mismo camino que las bodas. Las civiles eran muy pocas y ahora hay tantas en las iglesias como en los ayuntamientos o los juzgados». En Valverde no ha vuelto a celebrarse ninguna más desde entonces. Alba ha sido la segunda extremeña que recibe el acogimiento civil. El tiempo dirá, si finalmente se cumplen las previsiones del concejal.
