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La última misa franquista en el Monumento de los Caídos de Pamplona

El Arzobispado cedió en 1997 el uso del Monumento de los Caídos al Ayuntamiento de Pamplona, bajo ciertas condiciones, pero se reservó el uso de la cripta, donde reposan los restos de Mola y Sanjurjo, y cuyo uso cede a la Hermandad para sus misas de carácter privado. La posición de la Iglesia Católica es en Pamplona y en otras ciudades ambigua, ya que permite estas misas de homenaje franquistas todos los años por estas fechas.

El pasado martes 19 de Julio de 2016, la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz volvió a celebrar una misa en la cripta del Monumento a los Caídos de Pamplona, donde descansan los restos de los golpistas Mola y Sanjurjo, con motivo del 80 Aniversario del llamado ‘alzamiento nacional’ en Navarra.

Un documentalista de Pamplonauta acudió al finalizar la misa a la trasera del Monumento de los Caídos, donde se sitúa el acceso a la cripta cuya entrada desde el interior del Monumento ha sido tapiada, para filmar y entrevistar a los asistentes.

“Hemos venido a celebrar el glorioso alzamiento nacional en Navarra” -comentó uno de los asistentes, que prefiere mantener el anonimato- “un alzamiento, que en Navarra no fue militar, sino civil, y que se produjo para defender el espíritu de defensa de los valores religiosos, como repulsa por la quema de iglesias, la retirada de crucifijos de las aulas, etc.”

A la misa asistieron unas 20 personas de entre 30 y 90 años -la mayoría hijos o familiares de requetés- entre los que pudimos reconocer a Silvia Baleztena, hija del carlista y golpista Ignacio Baleztena -tocada con una boina roja-, a José Fermín Garralda Arizcun, que fuera Presidente de la Junta Carlista de Navarra y últimamente firma como Cronista de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, y a Francisco Javier Garisoain, actualmente Secretario General de la Comunión Tradicionalista Carlista, quien accedió a conversar con nuestro documentalista.

El Sr. Garisoain nos explicó que los asistentes en la misa son miembros y amigos de la citada Hermandad, se juntan todos los días 19 de cada mes en conmemoración del alzamiento para rezar por los caídos por España, no solo en la guerra civil sino en todas las contiendas armadas de los últimos siglos, incluida… la reconquista.

La Hermandad -nos señala otra persona que prefiere no identificarse- fue fundada por requetés excombatientes que juraron que si salían vivos de la guerra, marcharían andando al castillo y basílica de Javier en agradecimiento al santo; esta peregrinación dio origen a la primera javierada, que se organizó precisamente para celebrar la victoria en la “cruzada”.

La Hermandad de los Caballeros Voluntarios de la Cruz depende del Arzobispado de Pamplona y fue constituida en 1940 por el entonces Obispo Marcelino Olaechea. Desde su constitución, todos los obispos han dado el visto bueno a esta situación, siendo Fernando Sebastián el obispo que actualizó sus estatutos en 2006.

Cabe recordar que el Arzobispado cedió en 1997 el uso del Monumento de los Caídos al Ayuntamiento de Pamplona, bajo ciertas condiciones, pero se reservó el uso de la cripta, donde reposan los restos de Mola y Sanjurjo, y cuyo uso cede a la Hermandad para sus misas de carácter privado. La posición de la Iglesia Católica es en Pamplona y en otras ciudades ambigua, ya que permite estas misas de homenaje franquistas todos los años por estas fechas. Por otra parte, no hemos conseguido identificar al joven sacerdote que celebra las misas en la cripta.

Durante la conversación que el documentalista de Pamplonauta mantuvo con los asistentes a la misa se vivieron momentos de tensión. Algunos asistentes no tuvieron problema en conversar con él, frente a otros que insistieron en mantener el anonimato y se negaron a que se les grabara. Se profirieron veladas amenazas. En un momento uno de ellos se encaró en actitud agresiva al documentalista, lo filmó con su móvil y le advirtió que podría haber “mas que palabras”.

Otro de los presentes, a quien vimos merodeando por los alrededores y rompiendo los carteles del homenaje a los fusilados del 36, del día anterior, gritó de manera amenazante “¡nada de fotos, eh!”.

Posteriormente otro de los asistentes dio aviso a la policía nacional que, al parecer advertida de antemano, apareció en el lugar en cuestión de minutos. Llamar a las fuerzas del orden para amedrentar a la gente -un tic de otros tiempos- no tuvo éxito, ya que la policía se comportó con corrección y tras identificar a los presentes y comprobar que nada ocurría, se retiró sin detener a nadie.

¿Es legítimo que se sigan celebrando misas en homenaje a los golpistas del 36?, ¿que el Arzobispado ceda el espacio de la cripta a una Hermandad de ideología franquista?, ¿que en la planta superior se celebren exposiciones mientras en la cripta de abajo se celebran misas en homenaje a los golpistas? Las asociaciones memorialistas, que el día anterior 18 de julio celebraron el acto de homenaje a los fusilados del 36 “Siguiendo vuestra huella”, lo tienen claro: las misas son un intolerable ensalzamiento del franquismo y del terror de la represión, nada tienen que ver con la reconciliación y suponen una ofensa hacia las víctimas y sus familiares.

En Navarra, donde no hubo frente de guerra, fueron asesinadas más de 3400 personas. Estos crímenes quedaron impunes. Todavía resuenan las palabras del general Emilio Mola, el Director del golpe y de la brutal represión posterior, enterrado en la cripta :

“Es necesario crear una atmósfera de terror, hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todo el que no piense como nosotros. Tenemos que causar una gran impresión, todo aquel que sea abierta o secretamente defensor del Frente Popular debe ser fusilado.”

Parece evidente que ha llegado la hora de que el Arzobispado deje de dar cobertura a estas misas y clausure la cripta, que los restos de los golpistas sean trasladados a otro lugar y de que el Ayuntamiento de Pamplona abra un proceso ciudadano para decidir el destino definitivo del Monumento de los Caídos. Demolición o conversión del Monumento en un museo de la memoria histórica del terror de la represión; no caben otras alternativas…

¿Será este 19 de julio de 2016 el último en el cual se celebre el homenaje a los golpistas del 36?

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