Religioso experto en la halajá(ley judía) y antiguo comandante del cuerpo de paracaidistas, el rabino coronel Eyal Karim, de 59 años, parecía el más indicado para ser designado jefe del rabinato castrense de Israel por el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el general Gadi Eisenkot. Pero a falta de ser ratificado aún en el cargo por el ministro de Defensa, el líder ultraderechista Avigdor Lieberman, su nombramiento ha desatado ya una polvareda en la sociedad israelí.
Karim no solo ha llegado a declarar como estudioso rabínico que un terrorista herido debe ser liquidado en el acto o que las órdenes militares contrarias a los mandamientos religiosos judíos no deben ser obedecidas, también cree que las mujeres no tienen que testificar ante un consejo de guerra “dada su naturaleza sentimental”. Además, un hombre no debe servir a las órdenes de una mujer para evitar que pierda la concentración en su misión de combate. Preguntado también sobre la homosexualidad, el nuevo rabino jefe castrense opinó que hay que tratar con amor a gais y lesbianas, ya que son seres “enfermos y discapacitados” que “precisan ayuda para escapar de esa situación”.
La polémica se ha exacerbado al hacerse público un comentario doctrinal que Karim efectuó hace 14 años, cuando impartía clases en una yeshiva (escuela rabínica) del grupo ultraderechista Ateret en el barrio musulmán de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Al ser preguntado si los soldados podían violar a mujeres enemigas en tiempo de guerra, dijo que, en atención a la moral de la tropa para el combate, estaba permitido “satisfacer la perversa inclinación yaciendo con una gentil (no judía) atractiva en contra de su voluntad”.
El portavoz oficial del Ejército ha salido al paso del escándalo aireado por la prensa israelí para puntualizar que se trataba de un comentario estrictamente teórico y que el propio Karim se retractó años después de sus declaraciones, según dijo, sacadas de contexto. Diputadas de la oposición, feministas y activistas del movimiento LGTB han pedido su cabeza.