Lo siento , no quiero ofender, o si ¿por qué no?; pero cada vez que percibo cerca de mí la conjunción entre cristianismo, anarquismo e izquierda, me acuerdo tanto de aquellos l leones hambrientos en los atardeceres del Coliseum en Roma…, Aquellas películas maravillosas que los americanos fabricaban sobre el circo romano y que luego la arqueología ha demostrado que narraban cosas que nunca ocurrieron. No hay constancia alguna de sacrificios de cristianos en el circo romano, pura martirologio inventada por una secta que ha hecho de la mentira el esqueleto central de su ideología.
Cuando los escucho, a los “anarco cristianos de izquierda del niño Jesús de los últimos días”, hablar, con ese tono beatifico de hipócritas estreñidos, contra “los poderosos” (¿quién serán esa gente? porque tienen nombre y apellidos pero ellos nunca lo dicen) o de “la prioridad de los principios en política”, pienso automáticamente lo que decía el millonario cínico aquel: ” Doblo el numero de ceros del cheque”. Y cuando habla de una “política ” mas humana , ¡ellos¡ que están siempre entre los cielos y el infierno, con parada de peaje en el purgatorio.
¿Hay algo más inhumano que una política divina? ¿Cuándo entenderemos que la única teología de la liberación que existe es la liberación de la teología política.? La única justificación racional y razonable que tiene la religión y la teología es cubrir de forma privada y sentimental las lagunas insuperables de la racionalidad que se deducen de la incertidumbre ontológica que la complejidad de la existencia conlleva. Pero este no es el caso en lo tocante a la igualdad económica, a la libertad política o la conservación de los ecosistemas. Salud y educación ´publica no necesitan de la hipótesis de dios, es mas tal hipótesis corroe sus fundamentos racionales y emocionales pues los expulsa de la humanidad negando así la autonomía y la igualdad misma.
Me encanta la gran teología occidental (judía, cristiana e islámica), como me fascina la literatura fantástica; soy un lector asiduo de ambas pero creo que es una nefasta base moral y ontológica para la acción política colectiva. Introducen un “virus de irracionalidad” (teología) y de “sentimentalidad alienada” (sobrenatural) que requieren necesariamente de una gestión institucional oculta por medio de brujos y/o teólogos e iglesias no precisamente democráticas. La introducción de este virus en el discurso político no puede desembocar sino en la “doble moral” y en la hipocresía que destilan los cristianitos de izquierda,,
Quieren convencernos que “el poder” y las “instituciones” no son lo importantes, o incluso que son perversas en si mismas; pero ellos saben que es mentira puesto que su fe se basa en el “gran poder” (Dios) y en la “institución de las instituciones “ (iglesia). Como los legionarios romanos cristianos que desertaban no lo hacían, como nos han vendido, por que eran era pacifistas, sino por que ya servían a otro cesar inmortal (Jesús) y a otro imperio ( iglesia) . Hoy los testigos de Jehová sigue manteniendo eses criterio. Para la objeción de conciencia al ejercito.La “doble obediencia” a las dos ciudades ha sido un subterfugio desde San Agustin que hace de los cristianos ´súbditos, nunca ciudadanos, de un Estado extranjero que es tan exterior que no es terrenal. El islamismo wajabita proclamó lo que todo cristiano secretamente desea, la superioridad Meca sobre Medina. Por eso en estos días , y en muchos debates, los islamistas aparecen como el “primo de zumosol” de los creyentes ( “¿a que esto no se lo harías a los islamistas?”).
Pero los materialistas y racionalistas sabemos , como cualquiera con ojos en la cara y un poco de sentido común en la cabeza, que lo cierto es que “el poder” y las “instituciones” lo son todo en la acción política, porque la política consiste en eso; en “poder hacer” y en producir “instituciones” ( formales o informales) que nos permitan “poder hacer” a lo largo del tiempo. Lo demás , a belén con los pastores y sus horribles villancicos,..
