Pablo Iglesias visitará al papa Francisco en septiembre, según revela uno de los colaboradores políticos de Bergoglio
Emisarios del pontífice se encontraron la pasada semana en Madrid con Íñigo Errejón y Manuela Carmena
Las posiciones dialogantes de los arzobispos Osoro en Madrid y Omella en Barcelona contrastan con los exabruptos de su compañero Cañizares en Valencia
El papa Francisco recibirá el próximo mes de septiembre al líder de Podemos, Pablo Iglesias, y a la cúpula del partido, en una audiencia privada, según ha apuntado el político argentino y colaborador de Bergoglio, Gustavo Vera. Esa visita sería parte de los puentes que el Vaticano está tendiendo con la formación morada en España.
«La Iglesia debe saber hablar con todos y llegar a acuerdos con todos. Si no, algo estamos haciendo mal». Así define un obispo español, con altas responsabilidades, la estrategia que el papa Francisco ha diseñado para el presente y el futuro político español. Mientras la religión continúa siendo caballo de batalla electoral por los Acuerdos Iglesia-Estado, el pago del IBI o la presencia de capellanes en instituciones públicas, la Santa Sede está manteniendo canales de comunicación con las fuerzas aparentemente más alejadas como Podemos. «La Iglesia no debe tener miedo de hablar con nadie», subraya este prelado a eldiario.es.
El mejor ejemplo de ello ocurrió el jueves 26 de mayo. El mismo día en que el papa llamaba a consultas al cardenal Antonio Cañizares, tras sus polémicas afirmaciones contra el «imperio gay» y la ideología de género, dos emisarios vaticanos se reunían en Madrid con altos dirigentes de Podemos. Se trataba de monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, responsable de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales y de Gustavo Vera, político y activista argentino, uno de los principales colaboradores de Francisco en la redacción de la encíclica Laudato Si sobre medioambiente, y considerado uno de los portavoces oficiosos del papa.
Sorondo y Vera mantuvieron un encuentro institucional en el palacio de Cibeles con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en el que ambas partes se comprometieron a colaborar para organizar un congreso en Roma donde debatir el papel de las ciudades europeas en la crisis de los refugiados, siguiendo las pautas de acogida marcadas por el papa Francisco. Según explicó el Ayuntamiento, Sorondo solicitó a la alcaldesa apoyo para el evento que el Vaticano quiere organizar pero que todavía no tiene fecha aún sin determinar. El encuentro concluyó con el compromiso de Carmena de prestar todo el apoyo del Consistorio.
Por su parte, Carmena comunicó al arzobispo que Madrid proyecta organizar el Foro Internacional de Madrid Sobre las Violencias de las Ciudades y Educación por la Paz, y Sánchez Sorondo le contestó que el Vaticano está interesado en esta iniciativa, en línea con lo expresado por el papa Francisco en su encíclica Laudato si, donde el pontífice pone el foco en el desafío de las ciudades para el futuro de la humanidad, según señaló el Ayuntamiento.
El equipo de Manuela Carmena explica que «la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, de la que forma parte Sánchez Sorondo, tiene como objetivo contribuir a la creación y puesta en práctica de soluciones transformadoras para el desarrollo sostenible e influir en los procesos políticos». Y precisan que «su visión es la de una plataforma multilateral con un enfoque pragmático, que facilita el paso del conocimiento a la puesta en práctica de iniciativas que impulsen el desarrollo sostenible».
En ese mismo día, el prelado y Gustavo Vera también se reunieron con el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, en un encuentro cuyas imágenes difundió la ONG argentina La Alameda, fundada por el político argentino para luchar contra la trata de seres humanos y el narcotráfico. Según la organización, Errejón y Vera «planificaron acciones comunes en defensa de los derechos de refugiados y migrantes». En este sentido, «la encíclica del papa Francisco, Laudato Si, es la inspiración concreta para este trabajo en conjunto», señalaron.
Estas reuniones son, hasta la fecha, el último intento por parte de la Iglesia y de la formación morada de acercar posturas en aquellos ámbitos en los que pueden colaborar, fundamentalmente en el ámbito de lo social y la cooperación internacional. El propio Pablo Iglesias ha subrayado en multitud de ocasiones su admiración hacia las palabras y los gestos del papa Francisco, cuyo mensaje político y social considera muy cercano a las tesis de Podemos.
Dicha sintonía se ha trasladado a dos de las principales diócesis españolas, Madrid y Barcelona, en las que los obispos Carlos Osoro y Juan José Omella mantienen relaciones cordiales con las alcaldesas Carmena y Colau. Mucho más cercanas las de Osoro que las de Omella, en buena medida gracias al trabajo mediador de José Manuel López y Javier Barbero.
Dos mediadores con sensibilidad cristiana
En Madrid, dos figuras clave han facilitado la apertura de caminos entre el partido de Pablo Iglesias y la Iglesia. Se trata de su portavoz en la Asamblea de Madrid, José Manuel López, y de Javier Barbero, concejal de Seguridad en el Ayuntamiento. López fue durante muchos años uno de los dirigentes de Cáritas Madrid, mientras que Barbero fue religioso en la orden de los Camilos. La sensibilidad cristiana de ambos, así como la mediación de sacerdotes como Javier Baeza, encargado de laparroquia roja de San Carlos Borromeo en el barrio madrileño de Entrevías, o de José Luis Segovia, uno de los sacerdotes de confianza de Carlos Osoro, han facilitado los encuentros entre el arzobispo y Carmena para desbloquear problemas.
Así, mientras el Arzobispado ha permitido su presencia en la Comisión para la Memoria Histórica, designando incluso a un sacerdote como miembro de la misma, la alcaldesa ha participado en un foro mundial de alcaldes, organizado por el Vaticano, y en noviembre pasado renovó el tradicional voto de la villa a la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid, en el que apostó por una «laicidad positiva». El arzobispo de Madrid, por su parte, no quiso hacer sangre del caso Rita Maestre y se reunió en privado con la portavoz del Ayuntamiento, aceptando sus disculpas.
Pequeños gestos de ida y vuelta que demuestran, por un lado, que es posible una sana colaboración entre Iglesia y Administraciones públicas, siempre y cuando se salvaguarden las diferencias entre ambos ámbitos; y, por el otro, que en la Iglesia española los tiempos están comenzando a cambiar, pese a las pertinentes diatribas contra la igualdad de obispos como el cardenal Cañizares o el obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig.