Según el auto judicial, hay indicios de que la reforma de la vivienda se pagó con fondos de un hospital infantil
El Vaticano ha confirmado la apertura de una investigación judicial sobre el ya célebre ático del cardenal y exsecretario de Estado, Tarsicio Bertone, de unos 700 metros cuadrados con una terraza espectacular, cuya restauración costó 442 mil euros, en parte procedentes del hospital infantil Bambino Gesù de Roma.
El cardenal, que pasó a vivir en el ático cuando el papa Francisco le cesó del cargo, por el momento no está investigado, sino que lo son dos directivos del hospital, que serán juzgados por el tribunal Supremo del Estado-Ciudad del Vaticano. Se trata de Giuseppe Profitti, expresidente del centro hospitalario y del tesorero del mismo, Massimo Spina, sobre cuyas cabezas pesa la hipótesis de peculado, robo y uso ilícito de dinero, de acuerdo con cuanto confirmó este jueves Greg Burke, subdirector de la sala de prensa del Vaticano.
En el acta de acusación se afirmaría, según afirma el semanario ‘L’Espresso‘ que ha adelantado la noticia, que existen “pruebas documentales que demuestran que las obras de restauración fueron pagadas por la Fundación del hospital periátrico Bambino Gesù”. “El sumario ha sido abierto a partir de las revelaciones del ensayo ‘Avaricia’ del periodista Emiliano Fittipaldi, libro por el que el informador está siendo procesado en la vista oral conocida como ‘Vatileaks 2‘, en el que también está imputado Gianluigi Nuzzi, autor de Via Crucis.
LIMPIEZA DE LA CURIA
Ambos libros revelan los tejemanejes de varias administraciones vaticanas antes de la elección del Papa Francisco en el 2013, ventiladas por una comisión que el Papa argentino puso en pie para realizar una limpieza radical en la Curia romana y proceder a una reforma, también radical, de la misma, que debería estar lista en 2017.
Según escribe ‘L’Espresso’, que el viernes saldrá en los quioscos, la restauración del ático debía costar 220.000 euros, importe que al final aumentó a 442.000. El importe no fue facturado por la empresa italiana que realizó las obras sino por LG Concractor Ltd, un grupo británico con sede en Londres, pero controlado por el italiano Gianantonio Bandera, titular de la empresa Casteli Re (quebrada en 2015) y amigo personal del cardenal Bertone. Los importes fueron pagados a través del Vaticano y el APSA (Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica).
COPIAS DE CARTAS
El cardenal Bertone ha afirmado en varias ocasiones que desconocía quien había pagado las obras de su ático, aunque según ‘L’Espresso’ la magistratura vaticana tendría copia de las cartas cursadas entre el cardenal y el constructor, en las que se afirma que el dinero habría salido de una asociación sin ánimo de lucro dedicada a los niños enfermos a cambio de organizar “encuentros internacionales” en dicha vivienda. En este sentido el presunto imputado Giuseppe Profitti consideraba el coste de la restauración como “una inversión” de cara al futuro. En otro momento el cardenal informó haber devuelto una parte del importe.
En el caso de que el exsecretario de Estado llegase a ser imputado, sería juzgado por el Supremo del Vaticano y sería la primera vez en la historia moderna que un cardenal se sienta en el banquillo.