El prestigioso diario francés aprovecha la semana de Pasión para publicar un artículo sobre la polémica concesión por parte del Ministerio del Interior de una condecoración policial a la Nuestra Señora Santisíma del Amor. También detalla el peregrinar jurídico que ha llevado dicha decisión del ministro hasta el Tribunal Constitucional.
Antes que ‘Le Monde’, ya se hicieron eco de la medalla a la Virgen del Amor el británico ‘The Guardian’ y ‘The Wall Street Journal’ con artículos que criticaban la decisión del ministro del Interior
«Medallas para las Vírgenes Españolas». Con este titular arranca el diario francés Le Monde una información en el que trata de explicar la concesión de la medalla al mérito policial a Nuestra Señora Santísima del Amor por parte del Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. La corresponsal en Madrid del periódico galo aprovecha las fechas de Pasión para mostrar a los lectores franceses que la decisión, lejos de «pasar desapercibida, ha despertado algunos fantasmas del pasado». También subraya que dicha condecoración ha llegado a los tribunales, después de que las asociaciones Europa Laica y Movimiento Hacia un Estado Laico (MHUEL) lo denunciaran como «un atentado contra el carácter aconfesional del Estado español».
El artículo del diario francés narra cómo dichas asociaciones «han decidido seguir la batalla legal que libran desde hace dos años, presentando un nuevo recurso ante el Tribunal Constitucional, después de que la Audiencia Nacional avalara en noviembre de 2015 la decisión del Ministro». El diario recoge las palabras de Jorge García, presidente de MHUEL, quien se queja de que «todo esto es absurdo» al tiempo que critica «los viejos hedores del nacional-catolicismo» propios del régimen franquista. García advierte a Le Monde de que «irán hasta la Corte de Justicia de la Unión Europea si hace falta». El artículo pone de relieve que «según la ley en vigor, hace falta haber muerto, haber sido herido o mutilado ‘en acto de servicio’, o haber demostrado ‘un patriotismo, una lealtad o una devoción’ excepcionales para recibir la medalla al mérito policial», algo que «evidentemente no es el caso de una figura de madera», destaca García al diario francés.
El texto subraya además la forma en la que el ministro Fernández Díaz intentó defender tal decisión «invocando otras condecoraciones recibidas en los últimos años por algunas cofradías españolas, como la del Cristo de Valdepeñas (2001), la de Santa María del Amor y de la Soledad de Fuengirola (mismo año) o la de la Virgen de la Aurora de Granada (2010)». Tras este repaso, no pierde la ocasión de señalar que «más recientemente, en 2012, el Gobierno de Mariano Rajoy entregó la Gran Cruz del Orden del Mérito de la Guardia Civil a la patrona de esta última, la Virgen del Pilar de Zaragoza, con el fin de reafirmar sus lazos”.
«Una laicidad un poco particular»
Bajo el título de «una laicidad un poco particular», Le Monde hace un repaso por las condecoraciones concedidas a las imágenes religiosas en toda España y subraya también los honores militares a los patrones y patronas de los diferentes ejércitos. «Están oficialmente reconocidos en la página web del Ministerio de Defensa», remarca. La corresponsal del diario en Madrid echa mano del CIS para recordar al público francés que, a pesar de la tradición católica que caracteriza a España, sólo va a misa todos los domingos un 13% del 70% de ciudadanos que se declaran católicos.
No es la primera vez que un periódico internacional se hace eco de la condecoración de Fernández Díaz, pues mientras la causa permanecía atascada en la Audiencia Nacional, varios medios extranjeros publicaban la polémica. En abril de 2014 fue el británico The Guardian. En octubre era The Wall Street Journal el que dedicaba un amplio reportaje en su página web en la que se mofaba de la concesión y destacaba, precisamente, que el caso había acabado en los tribunales. Bajo el título «La Virgen gana una medalla en España… y provoca un pleito», el texto arrancaba con una afilada frase: «La última agraciada con la medalla de Oro al Mérito Policial en España nunca salió a patrullar ni hizo un arresto. De verdad, jamás se estremeció al enfrentarse cara a cara con el peligro. Pero todo ello porque no puede moverse».