El Papa Francisco ha rechazado las aplicaciones biotecnológicas que no respetan el principio ético de proteger al ser humano desde que es un embrión hasta que muere de forma natural y aquellas que solo responden a fines comerciales. Así lo ha advertido este jueves durante una audiencia con 45 miembros del Comité italiano de Bioética.
«Este principio ético (el respeto a la integridad del ser humano y su protección desde la concepción hasta la muerte natural) es fundamental por cuanto concierne a las aplicaciones biotecnológicas en el campo médico, que nunca pueden ser utilizadas de una manera que menoscabe la dignidad humana, ni tampoco obedecer únicamente a fines industriales y comerciales», ha subrayado el Pontífice.
Francisco ha reconocido que no siempre es fácil resolver los problemas que se presentan al conjugar los avances médicos con la ética. Por ello, ha pedido «humildad y realismo» y ha invitado a los miembros del Comité a continuar con su trabajo.
Concretamente, les ha instado a esforzarse a nivel internacional para conseguir una armonización de las normas y reglas de las actividades biológicas y médicas «que reconozcan los valores y los derechos fundamentales».
También les ha pedido que luchen contra la cultura del descarte, tanto de niños no nacidos como de ancianos. «Es el reto de contrastar la cultura del descarte que tiene muchas expresiones, entre las cuales, la de tratar a los embriones humanos como material de descarte, al igual que a los ancianos y a las personas que se acercan a la muerte», ha enfatizado.
Asimismo, considera recomendable hacer una comparación entre las teorías biocéntricas y las antropocéntricas para buscar «formas que reconozcan la centralidad del ser humano, con el debido respeto por otros seres vivientes y por todo el medio ambiente».