Cada año, la International Humanist and Ethical Union (IHEU) publica Libertad de Pensamiento, su reporte global sobre el estatus legal y la discriminación contra ateos, humanistas y no-religiosos en general — el del 2014 fue para echarse a llorar.
El del 2015 no ofrece motivos para ser más optimistas:
En los últimos doce meses, el mundo ha sido testigo de numerosos ataques horribles y sanciones legales dirigidos específicamente a personas acusadas de «insultar a la religión». De Charlie Hebdo en París y el tiroteo durante un seminario sobre libertad de expresión en Copenhague que le siguió a los bloggers humanistas asesinados en Bangladesh; de los presuntos «blasfemos» crucificados por ISIS o encarcelados por Estados soberanos, a supuestos «apóstatas» condenados a muerte en Arabia Saudita y Mauritania.
Con demasiada frecuencia ha habido una respuesta decepcionante, cuestionando los motivos de las víctimas o culpando los mensajes por los que fueron asesinados. («Creo en la libertad de expresión, pero…», «Todo el mundo tiene derecho a sus creencias, pero la religión es un área sensible…»). Es vital que el mundo resista a la suposición de que estas víctimas específicas en cierto sentido han provocado o merecido estas graves violaciones de sus derechos a la libertad de pensamiento y de expresión.
A pesar de la tendencia general hacia la violencia y sanciones legales más severas, registramos algunas mejoras este año. En mayo y julio de 2015, respectivamente, Noruega e Islandia abolieron sus leyes de «blasfemia» existentes (aunque en Noruega hay nuevas preocupaciones sobre las reformas educativas regresivas, un recordatorio de que los países pueden hacer progresos en algunas áreas, mientras que tropiezan en otros).
El reporte trae un sistema de calificación por colores para los países que va de Negro (para las violaciones graves) a Verde (para los países en los que los ateos son libres e iguales), pasando por Rojo (discriminación severa), Anaranjado (discriminación sistemática) y Amarillo (tratamiento a los ateos muy satisfactorio, aunque podría mejorar).
Este año, los únicos países clasificados con Verde, donde los ateos podemos vivir despreocupados y sin ser discriminados por nuestra descreencia, fueron solamente seis:Holanda, Bélgica, Kosovo, Estonia, Taiwán y Fiji.
Pulso sobre el mapa para ampliaarlo:
(vía Friendly Atheist | imagen: Facebook IHEU)