El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha iniciado la restauración de la Sala Capitular y las cubiertas de las naves laterales de la catedral de Santa María de Calahorra. La intervención, promovida e impulsada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), costará 343.934,51 euros y durará 8 meses.
El proyecto de restauración afecta a las cubiertas de las naves laterales del cuerpo de la Iglesia y al conjunto que forman la antesala y la Sala Capitular.
Se sustituirá la estructura de las cubiertas y el forjado situado por debajo de las cubiertas de la nave lateral del Evangelio. Asimismo se limpiarán y restaurarán las fábricas de sillería que sobresalen en la nave central de los cuerpos más bajos de las naves laterales en la zona situada entre el crucero y los pies de la Iglesia.
El conjunto catedralicio de la Iglesia de Santa María de Calahorra está declarado Bien de Interés Cultural (BIC). No permanece en él ningún elemento de las construcciones anteriores a 1484.
Su construcción obedece al tipo tradicional gótico de tres naves separadas por pilares octogonales que las dividen en tres tramos, con la central más elevada y ancha. El templo se completa con otras edificaciones que se construyen al sur del mismo para dar servicio a lo largo del siglo XVI y primera mitad del XVII, como son la torre, el claustro y la sacristía.
La nueva sala capitular se encuentra al sur del templo y en la actualidad se accede a ella a través de la antigua sacristía de capellanes. En los siglos XVII y XVIII el acceso se realizaba desde otras dependencias que conforman actualmente el acceso desde la citada sacristía hacia el Archivo Catedralicio; el actual arco de acceso fue abierto en 1805.
De la antigua sala capitular hay escasos datos y se desconoce su ubicación, aunque es muy posible que se situara sobre el mismo emplazamiento; en 1644, se inician las obras de la nueva, en las que interviene Juan Sesala.
La obra debió quedar concluida a finales de julio de 1646 por Juan de Urruela. La sala capitular no ha sufrido modificaciones con el paso del tiempo, y mantiene su estructura, aunque no su función original.
Es de planta rectangular y forjado plano. Los bancos para las reuniones del cabildo se adosaron a los muros dejando libre el espacio central; hoy en día parte de estos bancos se encuentran dispersos por distintas zonas del conjunto.
Sobre la sala capitular se encuentra ubicada una sala, también rectangular y de las mismas medidas, que forma parte del Archivo Catedralicio. Este espacio y su cubierta fueron restaurados en la década de 1980 por el entonces Ministerio de Cultura.