La Fiscalía de Versalles (Francia) ha iniciado un procedimiento judicial contra la Iglesia de la Cienciología por acoso moral, abuso de la posición de inferioridad, abuso de bienes sociales, quiebra y encubrimiento, según se ha sabido el pasado 16 de septiembre de fuentes judiciales. Lo extraemos de una información del diario Le Parisien.
La justicia había sido alertada en junio de 2014 por una docena de trabajadores de una sociedad especializada en la reparación de tejados, Arcadia, situada en Voisins-le-Bretonneux (Yvelines), en el suroeste de París, porque creían que la dirección de su empresa había sido “infiltrada” por miembros de la Cienciología.
Los demandantes afirman, entre otras cosas, haber sido forzados para seguir una formación dispensada por supuestos miembros de la Cienciología, “omnipresente”, según ellos, en la empresa desde hace algunos años.
Acusaciones serias.
“La apertura de este informe judicial es un primer paso importante. Demuestra la seriedad de las acusaciones”, se alegra el abogado de los demandantes, Olivier Morice, según el cual “la infiltración” del movimiento de la Cienciología en la empresa ha sido “muy perjudicial” para los empleados.
En su demanda, los trabajadores denunciaban “presión psicológica” y “denigración del equipo comercial”, a cuyos integrantes comparaban con unos “niños mimados”. “Desestabilizados y constantemente bajo presión, los trabajadores debían cooperar o eran despedidos definitivamente de la empresa”, explicaron, estimando que “la infiltración” tenía como objeto “robar financieramente” a la empresa. En total, según ellos, habrían sido sustraídos entre 1 y 2 millones de euros.
Una investigación preliminar, abierta en julio de 2014, había sido confiada a una organización especializada, la célula de asistencia e intervención en temas de derivas sectarias (Caimades), que depende del servicio central para el freno de la violencia hacia las personas. El informe judicial, abierto el 25 de agosto, ha sido encomendado a dos jueces de instrucción de Versalles.
La secta se defiende.
El presidente de la Unión de las Iglesias de la Cienciología en Francia, Eric Roux, ha dicho no tener “información alguna sobre este tema” y no haber “estado enterado nunca de este asunto”, pero afirmó estar “a disposición de la justicia si es necesario”. “La denuncia de la parte contraria genera una gran mediatización, algo que no ocurriría si no tuviera que ver con la Iglesia de la Cienciología”, señaló.
La reacción de los demandantes va en otro sentido, por supuesto. “Es lo que esperábamos”, apunta Franck, un ex-trabajador de Arcadia. “Hemos puesto una demanda para que esto no vuelva a producirse. Lo que ha pasado es vergonzoso y ahora esperamos las condenas”, añade. Y recuerda reuniones donde “se distribuían fotocopias sobre cometidos de la Cienciología. Si alguien protestaba, era ridiculizado o despedido”.
Lo mismo sucede con Vincent, un ex-compañero que como otros ha vivido momentos en los que según algunos testimonios “eran rebajados a ras del suelo. Incluso habían logrado modificar nuestra forma de hablar”.
“La apertura de un procedimiento judicial es un nuevo paso, pero ahora se espera de la justicia que las condenas sean ejemplares. Lo que ha pasado no puede repetirse con otros”, afirma un antiguo empleado, que ha creado una nueva sociedad con dos de sus antiguos compañeros.