Para los mexicanos es más importante celebrar a la Virgen que a la Independencia. Prefieren una ceremonia religiosa a una celebración laica-nacionalista.
¿Cuál sería su respuesta si alguien le preguntara qué es ser mexicano? En una encuesta nacional levantada en noviembre de 2009, el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) trató de averiguar lo que piensa una muestra representativa de mexicanos acerca de la identidad nacional. Los resultados fueron muy interesantes: gran parte de la población vincula la mexicanidad con aspectos religiosos.
De acuerdo con la encuesta, el 40% de los adultos de este país está de acuerdo que se necesita ser católico para ser cien por ciento mexicano. Cuatro de cada diez mexicanos consideran que a los cristianos protestantes, musulmanes, judíos, budistas, agnósticos, ateos y todos aquellos que no creen en la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana no se les puede considerar como mexicanos completos. No alcanzan el cien por ciento. Algo les falta.
Más aún: para muchos mexicanos, las fiestas nacionales están vinculadas con actos religiosos. Cuando se le pregunta a la gente “cuál es la celebración mexicana más importante para los mexicanos”, el 32% opina, de manera espontánea, que es el Día de la Independencia. Sin embargo, la segunda respuesta es el Día de la Virgen de Guadalupe con el 19% de las menciones. Si a este porcentaje se le suma el 8% que opina que es la Navidad, el 4% que considera que es el Día de los Muertos y el 2% de los que piensan que es la Semana Santa, resulta que hay más gente (el 33%) que identifica a las fiestas religiosas cristianas como las celebraciones más importantes de la mexicanidad.
De hecho, en otro cuestionamiento que hizo el GCE, es evidente que para los mexicanos es más importante celebrar a la Virgen que a la Independencia. Prefieren una ceremonia religiosa a una celebración laica-nacionalista. El Gabinete de Comunicación Estratégica le preguntó a la población “¿qué es más importante para los mexicanos: la celebración del Día de la Virgen de Guadalupe o la celebración del Bicentenario de la Independencia de México?” El 42% se inclinó por “el día de la Virgen”, el 24% por “el Bicentenario” y el 28% consideró que son “igual de importantes”.
Supongo que el peso de la historia es lo que explica estos resultados. Para entender el siglo XXI tenemos que remontarnos a la época del movimiento independentista en el siglo XIX.
En su libro Los orígenes del nacionalismo mexicano, David Bradingargumenta que en aquellas épocas convulsas en que nació México había una variada mezcla de razas y clases cuyo vínculo “era más el catolicismo que una conciencia de nacionalidad”. El historiador inglés muestra cómo “el temprano nacionalismo mexicano heredó gran parte del vocabulario ideológico del patriotismo criollo” cuyos principales temas eran “la exaltación del pasado azteca, la denigración de la Conquista, el resentimiento xenofóbico en contra de los gachupines y la devoción por la Guadalupana”.
Muchos de estos elementos decimonónicos siguen presentes en la identidad mexicana en el siglo XXI. En la encuesta referida, la devoción por la Virgen del Tepeyac parece ser el tema más persistente de todos. Recuerdo que hace unos años había una campaña que decía: “todos los mexicanos somos guadalupanos”.
Comentando este asunto con una colega politóloga me dijo, con mucha contundencia, que ella no era católica pero sí guadalupana. Defendió la imagen de la Virgen como un símbolo de liberación nacional. Para ella, algo profundamente religioso se había convertido en algo profundamente laico que representaba la Independencia mexicana. Y creo que muchos mexicanos comparten esta opinión, por lo que yo me pregunto: ¿los que no creemos en la Virgen de Guadalupe no podemos considerarnos como cien por ciento mexicanos?