El experto en Derecho Canónico Jorge Otaduy, profesor de la Universidad de Navarra, considera que no hay ninguna novedad en las palabras del Papa Francisco sobre que los divorciados que se vuelven a unir en otra relación «no están excomulgados». Otaduy explica que, con estas declaraciones, el Pontífice no se refiere a la posibilidad de comulgar en misa sino a que estas personas no están apartadas de la Iglesia.
«No es ninguna novedad, es lo que siempre se ha dicho. La excomunión es una pena canónica que responde a un delito y uno de los efectos es que quien está excomulgado no puede participar en los Sacramentos, pero el divorcio nunca ha sido un delito y por tanto nunca ha estado penado desde el punto de vista canónico», ha explicado en declaraciones a Europa Press Jorge Otaduy.
Según ha precisado, lo que ocurre en el caso de las personas divorciadas que se han vuelto a casar es que «contradicen objetivamente el signo sacramental» y el sentido de la Eucaristía y, por ello, «no deberían comulgar». En cualquier caso, ha insistido en que esto no es una pena canónica.
La excomunión se aplica ante una serie de «delitos canónicos», tipificados en el Código de Derecho Canónico como, por ejemplo, «la herejía, el cisma, atentar contra el Romano Pontífice o la práctica del aborto». Las personas que sean excomulgadas no podrán participar en los Sacramentos, entre ellos, la Eucaristía. Además, se les puede imponer otras penas dependiendo de la persona que sea, como ser apartado del cargo.
Otaduy tiene la «percepción» de que en la Iglesia no se trata como excomulgados a los divorciados que se han vuelto a casar pero cree que el Papa Francisco lo ha recordado este miércoles durante la audiencia general porque «siempre es bueno decirlo» para que llegue tanto a aquellos «que no lo tienen claro» como a las propias personas que se encuentran en esta situación para aclararles «que no están apartadas de la Iglesia» e invitarlas a participar en la Eucaristía aunque no comulguen, a rezar y a educar a sus hijos en la fe.