Récord de matrimonios entre lesbianas en España en 2014: 1.594 enlaces.
Cuando se cumplen 10 años del matrimonio entre personas del mismo sexo, ellas cada vez se casan más, aunque son mayoría las uniones entre varones (1.709).
En 2005, los matrimonios entre mujeres eran el 30% de los enlaces de personas del mismo sexo. En 2014 ya representaban el 48%.
El colectivo LGTB celebra la normalidad de estas uniones con retos pendientes: la «visibilidad» de las mujeres, la discriminación rural, la obligatoriedad de casarse para filiar a los hijos y que Exteriores no celebre bodas consulares.
Entre julio y diciembre del año 2005 se casaron en España 355 parejas de mujeres. En esos mismos meses de 2014 (último dato oficial disponible) hubo 858 bodas de lesbianas. El despunte de las uniones civiles entre mujeres (1.594) hasta casi converger en términos anuales con el de varones (1.709) es uno de los fenómenos más destacados de los primeros diez años del matrimonio igualitario, cuya efeméride se conmemora este martes, 30 de junio, día en el que fue aprobada la ley.
La comunidad LGTB aplaude la solidez de la institución matrimonial de parejas del mismo sexo, una conquista de derechos en la que España estuvo a la vanguardia mundial. Desde entonces se han visado por lo civil 31.610 uniones, pero el colectivo aprovecha la celebración para recordar que quedan retos pendientes: el coste de la visibilidad de las mujeres, la discriminación rural respecto a la urbana, la obligación de que una pareja gay se case para filiar a los hijos y el hecho de que Exteriores siga sin realizar matrimonios consulares.
La última estadística del INE (correspondiente al año 2014) refleja que el 2,1% del total de los matrimonios fueron entre parejas del mismo sexo. En números absolutos: 3.303. Todavía se casan más ellos (1.709), pero las uniones entre hombres han ido decreciendo anualmente, mientras que las de mujeres han ido en ascenso casi continuo hasta la cifra récord del último año (1.594). En el último semestre de 2014 se casaron más mujeres con mujeres que hombres con hombres (848 por 798). En términos anuales, los enlaces de lesbianas eran el 30% cuando se aprobó la ley y ahora son el 48%.
A las mujeres les cuesta más
Isabel Gómez, portavoz del a Federación Española de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales (FLGTB), opina que la principal razón de que haya más bodas lesbianas hay que buscarla en la discriminación de las que desean formar una familia. «Las lesbianas que quieren descendencia tienen la obligación de casarse para poder filiar como madres a sus hijos, algo que no sucede con las parejas heterosexuales, que pueden reconocerlos sin estar casados».
Gómez considera que a las mujeres les cuesta más que a los hombres hacer visible su orientación sexual. «El matrimonio es el ejercicio de visibilidad máxima en el espacio público y esta ley ha hecho que exista un espacio de protección que consigue que las lesbianas se vean más capaces de enfrentarse a una sociedad que se presupone homófoba aunque no siempre lo es».
Ana tiene 34 años y Miriam 42. Son pareja y están casadas. Se conocieron un 8 de mayo de 2007 en la fiesta de cumpleaños de Miriam. «Ana no me conocía de nada, pero vino a mi casa, acertó con el regalo y me enamoró», recuerda Miriam de aquel día. Un collar de cuero es el culpable de una historia de amor que culminó en boda en 2010. No sin dificultades. La intolerancia de un funcionario del registro civil de Ávila torpedeó los trámites hasta el punto de que tuvieron que necesitar asistencia letrada para casarse. Solo porque las dos contrayentes tenían nombre de mujer.
«Vivíamos en Ávila y queríamos casarnos allí, pero esa ciudad todavía tiene levantada una muralla contra la bandera arcoiris», dice Miriam. «Es hostil con nosotras. Si vas de la mano o te das un beso las miradas se clavan en ti, y no solo las de la gente mayor. Da tristeza en los tiempos que corren». La pareja decidió hace un año mudarse a Valencia. Allí encontraron «una ciudad grande, llena de oportunidades, amable y abierta». Donde viven el trato es «increíble» y en sus respectivos trabajos la inclusión «es total», celebran.
Ignacio Paredero, sociólogo y politólogo, lleva años investigando sobre las dos Españas, la rural y la urbana, en su aproximación al matrimonio igualitario. Como ha comprobado existen diferencias importantes entre los matrimonios homosexuales entre provincias, que no son tan pronunciadas en los matrimonios heterosexuales. El análisis estadístico le dice a Paredero que en Baleares, Canarias, Madrid y Barcelona es más común que se celebren matrimonios entre homosexuales, mientras que en Extremadura y Castilla y León son más infrecuentes. La tasa de uniones por habitante en Baleares era en 2013 de 0,11%, mientras en Castilla y León era de 0,02%.
Las dos Españas en nupcias gays
«Está bastante claro lo que está sucediendo. Las personas LGTB están emigrando o no se visibilizan en la España rural. Las diferencias entre por ejemplo Soria y Barcelona son brutales. En Barcelona hay 20 veces más posibilidades de que haya un matrimonio del mismo sexo por habitante que en Soria».
El estudio de Paredero se entronca en la rama de la sociología que estudia precisamente el fenómeno llamado «diáspora queer», que analiza las rutas de la emigración del colectivo LGTB. Según sus estudios, la comunidad gay suele optar por lugares de costa, urbanos y con potencial económico y laboral. Con la excepción de Madrid, en España se cumple dicho patrón.
El sociólogo ha detectado hasta tres bloques de comunidades autónomas, según la tasa de nupcialidad gay. En un primer bloque estarían Cataluña, Baleares, Madrid , Canarias y la Comunidad Valenciana (todas de costa, menos Madrid). El segundo bloque incluiría a Andalucía, País Vasco, ASturias, Navarra, Murcia y Cantabria. Para terminar, las comunidades con menos bodas gays serían Aragón, La Rioja, Castilla-La Mancha, Galicia, Extremadura y Castilla y León, casi todas en el interior.
Por otra parte, cuando se cumplen diez años de la aprobación del matrimonio igualitario se puede observar que no han dejado de aumentar los divorcios entre parejas del mismo sexo. La estadística dice que se divorcian en similar proporción a las parejas heterosexuales, en torno a un 8%. Entre 2007, primer año con datos oficiales, y 2013, último año con datos del INE, se han roto formalmente un total de 1.851 parejas gay. Para Isabel Gómez, de la FLGTB, lo queda claro es que «la ley del matrimonio homosexual contribuyó a la normalización e inclusión del colectivo a nivel social, pero la segunda transición consistirá en normalizar que somos familias al uso, que nos podemos divorciar, reconstitutir y tener o no tener hijos».
La bandera del orgullo gay se puede ver hoy en numerosos edificios públicos y ayuntamientos, en la mayoría, por vez primera. Desde el Ayuntamiento de Madrid (Palacio de Cibeles), la Puerta del Sol (Comunidad de Madrid) a muchos ayuntamientos de pueblos como Alcázar .