Estado europeo da el ejemplo e inicia etapa final para elegir su nuevo tema nacional que destaque valores constitucionales y no la existencia de un ser en el que no todos están obligados a creer.
Suiza ha decidido adaptarse a los nuevos tiempos… y a la razón. Y es que por fin sus ciudadanos podrán elegir su nuevo himno nacional, uno que dejará de lado cualquier referencia a ‘dios’ y deberá estar basado en el preámbulo de la Constitución federal suiza, que destaca los valores centrales del país: democracia, diversidad, libertad, paz y solidaridad.
Hasta el 15 de mayo los suizos podrán escoger las tres mejores propuestas de un total de 208 que fueron enviadas inicialmente desde que se abriera la convocatoria en 2013. Las votaciones se realizarán a través de Internet y continuarán luego con las finalistas hasta el 6 de setiembre. Una semana después, el día 12 de ese mismo mes, se realizará la elección final en una gala televisada a todo el país.
El tema más votado será aceptado por el Gobierno federal helvético como nuevo himno nacional, según informó la agencia de noticias SDA.
Pero ¿por qué los suizos quieren cambiar el ‘Salmo Suizo’? Simple, porque les resulta ‘anticuado’ que en pleno siglo XXI un tema que representa a toda la nación haga tantas referencias a un ‘ser supremo’ en el que no todos están obligados a creer. Demos una mirada a su primera estrofa:
Entras en la madrugada /te veo en el mar brillante /Tú, tú Altísimo, Magnífico! /Cuando los nevados Alpes se enrojecen, /Orad, Suizos libres, orad! /Vuestra piadosa alma presiente /Dios en la venerable patria /Dios, el Señor, en la venerable patria
Bueno, está claro ¿no? Más bien, a ver si nos contagiamos, porque eso del ‘dios de Jacob’ nos resulta, por decirlo a la suiza: anticuadísimo.
