Explora los entresijos de las religiones para demostrarnos por qué ser ateo es una postura tan válida como las demás, pero también, por qué representa un riesgo para los librepensadores.
No puedo empezar de otra manera esta reseña que no sea la de alabar la valentía de Mauricio-José Schwarz a la hora de escribir esta obra. Vivimos en un mundo dominado por las religiones desde una punta a otra del planeta y, quienes no creemos en entes superiores, nos vemos acosados constantemente por los creyentes, acorralados y sometidos a unas leyes que aún se hacen para satisfacer a los jerarcas religiosos. España es un ejemplo, pero no el único, y vemos, horrorizados, la escalada de horror en el Oriente Medio con el surgimiento del islamismo radical, la imposición de la shari’a y las aberraciones cometidas en nombre de la fe. Libros como “¡No, por dios!” (Cazador de ratas, disponible en FantasyTienda) son necesarios para remover conciencias y hacer plantearse a la gente sus posturas.
Mauricio-José Schwarz es un periodista hispanomexicano, afincado en España, que dedica la mayor parte de su tiempo a la encomiable labor de la divulgación científica y el pensamiento racional, tanto desde sus libros como desde su blog El retorno de los charlatanes, su videoblog El rey va desnudo o respondiendo a preguntas de todo tipo en su cuenta de Ask. Pueden encontrarle bajo el pseudónimo de El Nocturno. En 2012 publicó tres ensayos de divulgación científica, uno de ellos, bajo el título “Ellos fueron”, explora la vida de personas que llevaron a cabo grandes avances en el campo de la ciencia. Es un hombre de trato amable, verbo encendido y al que no parece gustarle perderse ninguna discusión, tanto en el campo del racionalismo, la ciencia o la política.
“¡No, por dios! (Ateísmo para principiantes)” acaba de ser publicado por Cazador de ratas, una editorial joven, creada en 2014 y dirigida, entre otros, por la escritora gaditana Carmen Moreno. Ya desde la portada, encontramos una declaración de intenciones: Giordano Bruno, quemado por no retractarse de sus ideales, nos invita a entrar en sus páginas.
Empezando por el final, Mauricio Schwarz, en una nota al margen nos da una de las claves del libro: no existe un movimiento ateo organizado como tampoco lo hacen dogmas o doctrinas al respecto. Las opiniones del libro son del autor y, los hechos, son hechos probados por la Historia o la Ciencia. Pero, ¿qué nos encontramos en “¡No, por dios! (Ateísmo para principiantes)”?
El libro está dividido en cuatro partes: Dios; religión; moral; sexo, vida y muerte; no creer. En la primera, dedicada a dios o a los dioses, más de 13000 en el mundo, se exploran tanto las experiencias personales del autor como el día a día de los ritos religiosos a lo largo del planeta, se realiza una pequeña comparativa entre dioses de uno u otro lugar, se dan vueltas a la idea de la “existencia de la ausencia” o navaja de Occam y se realiza un repaso histórico a las religiones europeas hasta la Ilustración.
En la parte dedicada a la religión tendremos una amplia visión sobre las profecías clásicas, los creyentes que eligen qué cumplir o no sobre los preceptos de sus religiones, un repaso al miedo al pensamiento racional a lo largo de la historia y una interesante reflexión sobre qué puede o no hacer un ateo respecto al arte religioso. La moral, como siguiente tópico, nos llevará a cuestiones de actualidad: aborto, atrocidades en nombre de la fe, cómo nos afecta el pecado original, cuál es el sentido de la vida, por qué no debemos aceptar el dolor o por qué escoger si creer o no, nos convierte en personas más íntegras y libres. Sexo, vida y muerte es la parte más actual del libro, centrándose, por capítulos en cuestiones que encontramos todos los días en las noticias, como la prostitución, el aborto, la homosexualidad y el matrimonio libre, así como la muerte digna. Concluye el libro haciendo un repaso a las corrientes ateas y agnósticas del siglo XXI, repasando las persecuciones históricas hacia las personas que se salían y salen del pensamiento religioso y ofreciéndonos las ventajas de ser ateo.
Se trata de un libro imprescindible para revolver conciencias. De una actualidad total, si cualquiera está un poco al tanto de los últimos acontecimientos mundiales y qué los promueven. ¿Es beneficioso ser ateo? Quizá podríamos considerarlo peligroso, aunque, sin duda, no se puede entender el mundo moderno, las “culturas surgidas de la Ilustración”, como Mauricio las llama, sin saber que ese pensamiento racional, esa modernidad de la que podemos disfrutar (a trozos, porque aún seguimos enquistados en el pensamiento religioso por los cuatro costados), ha sido gracias a personas que no han tenido miedo, que se han enfrentado a lo establecido y han promulgado su ateísmo o su agnosticismo.
Quizá la gente se escude en lo que no podemos conocer. Pero, hace pocos años, lo que no conocíamos era aún mayor y, lo que está claro y remarca Mauricio en su libro, es que ninguno de los dioses que existen o existieron, ha sido el que nos ha proporcionado ese conocimiento, sino el pensamiento racional y científico que nos ha llevado a evolucionar hasta lo que tenemos hoy en día. Que no es poco.
Mauricio-José Schwarz hace un alegato muy valiente de la libertad de pensamiento y bajo un punto de vista tremendamente clarividente. Sin los corsés de las religiones, somos más libres, más aventureros y más curiosos porque no tenemos que temer la ira de un dios (o varios) que nos castigará o premiará según le plazca. ¿Por qué no liberarse y vivir sin pensar en los premios o castigos? ¿Por qué no ser los humanos que debemos?
Tanto si usted, lector, es ateo, como si es creyente y tiene sus dudas, no se sentirá para nada ofendido por las palabras de Schwarz, al contrario, encontrará un libro ameno, breve pero conciso a la hora de exponer los pensamientos del autor, con los que cualquier ser humano racional se identificará, tanto si sigue alguna religión, si ha elegido a alguno de los dioses existentes para rendirle culto o como si no cree en nada. Creo que esta lectura puede abrir los ojos a la tolerancia y ayudar a forjar un mundo más libre, más respetuoso, en el que los avances no se vean coartados por mor de los dioses.
Felicito a Cazador de ratas y a Mauricio Schwarz por esta obra que revuelve sentimientos, replantea cuestiones fundamentales y expresa las ideas de mucha gente que no puede o no quiere salir a la luz. Una obra imprescindible.