Un grupo de profesores de universidades públicas consideran la protesta como parte de una «tradición democrática y comprometida que no debe perderse»
COMENTARIO: Desde el Observatorio de la Laicidad denunciamos el uso del Código Civil, que nuevamente privilegia a las religiones. Como denunciamos la existencia de espacios de culto religioso en una institución pública. Ante ese abuso es contra el que un grupo de estudiantes se manifestó y es la capilla lo que debe desaparecer de un campus universiario. Nadie niega el derecho a practicar sus creencias o convicciones, pero si el privilegio de la iglesia católica a contar con espaciso públicos para su actividad privada y su proselitismo.
Más de 150 docentes de universidades públicas han elaborado un manifiesto que se solidariza con los estudiantes que protestaron la semana pasada contra los privilegios de la Iglesia Católica en la Capilla del Campus de Somosaguas, perteneciente a la Universidad Complutense de Madrid.
Los jóvenes irrumpieron en la capilla el pasado 10 de marzo en el momento en el que el párroco y dos estudiantes estaban rezando. La protesta consistió en leer un manifiesto de rechazo a la doctrina eclesiástica mientras algunas de las chicas del grupo se retiraban unos velos y con las camisetas levantadas mostraban consignas pintadas en su abdomen.
Los docentes sostienen que "la campaña mediática emprendida contra las estudiantes participantes en la representación responde a innobles intereses políticos dirigidos a criminalizar las manifestaiones públicas en defensa de las mujeres, de la diversidad sexual, así como a atacar a la mayor de las universidades públicas del país".
Aunque los profesores no comparten las formas en las que se ejecutó la performance, pero consideran que "en modo alguno las estudiantes pretendían poner en cuestión el ejercicio de ningún derecho individual o colectivo". Además, añaden que las movilizaciones de los universitarios "responden a una tradición democrática y comprometida que no debe perderse".
El texto de los profesores asegura que la presencia de capillas y otros símbolos de poder religioso en las instituciones educativas públicas "no responde a la satisfacción del derecho a la libertad de culto, sino a un privilegio de la Iglesia Católica que va siendo hora de superar en las universidades públicas".
En el comunicado rechazan la presencia de cualquier centro de culto en las Universidades Públicas y protestan por la "cobertura mediática orientada a incitar a la violencia y el odio de Intereconomía, Veo7, Libertad Digital, EsRadio e incluso un medio público como Telemadrid.
Entre los docentes que apoyan el manifiesto, que los profesores invitan a firmar, figuran Ramón Cotarelo, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Montserrat Galcerán y Antonio de Cabo, de la Complutense de Madrid.
Misa de desagravio
Casi un millar de personas ha acudido a la misa de desagravio oficiada por el Obispo Auxiliar de Madrid, César Franco, para respaldar la libertad religiosa después de que 50 jóvenes irrumpieran en la capilla del Campus de Somosaguas y se desnudaran de cintura para arriba para protestar contra la Iglesia el pasado 10 de marzo.
En su oración, el Obispo Auxiliar de Madrid ha defendido el derecho de libertad religiosa en España y ha insistido en que existen cauces para el debate y el diálogo, como por ejemplo los centros universitarios.
Así, Franco ha recalcado que la universidad es un "lugar propio" para la reflexión y el diálogo de estas cuestiones. A su juicio, resultan "incomprensibles" los actos "vandálicos" ocurridos en la capilla del Campus de Somosaguas que "han herido la sensibilidad religiosa". Además, ha recalcado que estos jóvenes "no representan al conjunto de los estudiantes". Por ello, ha apelado al rezo para evitar que situaciones como esta no vuelvan a suceder". Todos los presentes se han sumado a una oración en defensa de la libertad religiosa y a favor de la tolerancia.
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, ha mostrado este viernes su "alegría" por los cuatro detenidos y ha acusado al rector, Carlos Berzosa, de ser "laxo" a la hora de condenar y tomar medidas contra los autores de los incidentes.
