El proyecto laicista, emancipador de los seres humanos de toda forma de opresión ideológica, se une a la celebración de millones de librepensadores de todo el mundo, que el próximo día 20 de septiembre celebrarán, como un homenaje a los hombres y mujeres combatientes de la libertad y de la fraternidad entre los seres humanos y los pueblos.
Esta fecha conmemora la toma de Roma, en 1870 por las fuerzas de la unificación de Italia, lo que significó la caída definitiva del poder temporal del papado y de sus regímenes políticos de “derecho divino”. Significó, también, un triunfo para las fuerzas democráticas, republicanas y laicas del mundo.
Aprovechamos la ocasión para exigir la anulación de todos los Concordatos firmados entre los Estados y el papado de Roma y acuerdos específicos con otras confesiones religiosas, por atentar derechos y libertades cívicas en todo el mundo e ir en contra de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de principios fundamentales de muchas Constituciones, entre ellas la española.
De ahí que también exijamos la anulación de los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede de 1979, del Concordato de 1953 y de la eliminación de cualquier tipo de privilegio hacia las religiones.
Desde Europa Laica animamos a la ciudadanía y a los poderes públicos a celebrar el Día Mundial del Librepensamiento, en un momento de retroceso de las libertades individuales, de graves recortes sociales y del debilitamiento de las democracias.
Pablo Laguna representará a Europa Laica en el V Congreso de la Asociación Internacional del Librepensamiento (AILP) que se celebrará en Montevideo los días 18 a 20 de septiembre y Luis García representará a Europa Laica en una Jornada Internacional de la Libre Pensée, a celebrar en Toulouse (Francia) coincidiendo con esta fecha.
Asimismo recordamos que el día 9 de diciembre de cada año se celebra el Día Internacional del Laicismo y la Libertad de Conciencia, en conmemoración de la aprobación de la Ley francesa de separación Iglesia-Estado (1905) y de la aprobación de la Constitución laicista y republicana española de 1931.