El ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha protagonizado su primera hazaña inquisidora, consistente en cepillarse el libro escolar de Educación para la Ciudadanía, manipulando literalmente el texto y utilizando una falsa coartada, como denunciamos el miércoles 1 de febrero desde ELPLURAL.COM.
El ministro tramposo
Este ministro tramposo no ha pedido ni disculpas ni perdón. Ha pasado página, se ha quedado tan pancho y nos ha anunciado que pretende relanzar los toros como “bien cultural”, lo que ya hizo Esperanza Aguirre a raíz de la prohibición de los toros en Cataluña, prohibición votada por mayoría en el Parlamento autonómico.
Ayudas a los toros
Habrá “ayudas y promoción cultural en el mundo del toro”, ha puntualizado Wert, tras declararse un forofo taurino. “Quiero poner en valor la fiesta nacional”, ha puntualizado. No sólo, pues, no habrá recortes por parte del Ejecutivo en el ámbito taurino, sino que se aumentarán las “ayudas” y ¡olé! ¿Y el dinero destinado a los toros, tal como está la situación actual, de dónde lo sacará el Gobierno, señor ministro?
“Sagradas tradiciones”
El PP ha iniciado una especie de campaña –que se irá amplificando cada vez más- que podríamos describir sin equivocarnos como la gran campaña del nacionalismo español, que viene, por otra parte, de muy lejos. No nos olvidemos de que -citando de nuevo a don Antonio Machado- hay españoles “varones amantes de sagradas tradiciones”. Una tradición está formada evidentemente –aunque a la baja en los últimos años- gracias a las corridas de toros.
La reivindicación de Gibraltar
Otra vetusta tradición es la reivindicación de Gibraltar. De pronto se nos ha aparecido la España de siempre, exigiendo de nuevo la soberanía de Gibraltar. ¿Se ha producido algún encontronazo en torno el Peñón, al margen de que sea un socialista, Fabián Picardo, el nuevo ministro principal de Gibraltar? No hay nada a la vista. O, mejor dicho, sí hay a la vista la voluntad pepera de sacar réditos políticos dirigidos a sus militantes y votantes.
Chistes amables sobre Franco
El Gobierno Aznar se enfrentó con el Reino de Marruecos y hasta se plantó en el islote de Perejil por una cuestión de soberanía. Tuvieron que intervenir incluso el Departamento de Estado y la Casa Blanca para pedir que la película bélica de Federico Trillo se acabara de una vez. El otro día, el ministro de Exteriores, García-Margallo, ese ministro que cuenta chistes amables sobre Franco, llegó a decirle a su colega británico que la “broma” [Gibraltar] se había terminado.
Derecha eufórica
El PP quiere una España a su medida. Es decir, a medida de la derecha, que está eufórica: No a la ley todavía vigente del aborto, que funciona en la mayor parte de Europa. No a la asignatura Educación para la Ciudadanía, a punto de morir, que la diaboliza desde hace años el clero, cuyo poder crece a mansalva. No a que la justicia sea plural. No a que las corridas de toros no sean ayudadas por el Gobierno y que se conviertan en un “bien cultural”.
¿Un “Bien Cultural”?
“¿Las corridas de toros son un “bien cultural”? Pueden ciertamente gustar hasta el éxtasis o no gustar en absoluto. Sin embargo, cuesta pensar que un acto cuyo objetivo es matar ferozmente a varios toros -mientras también corre serio peligro el torero- pueda alcanzar el nivel de “bien cultural”. Ha justificado esta dimensión el ministro afirmando que a los toros “los encontramos en la pintura y en nuestra literatura”.
Personajes nocivos
Tanto la pintura como la literatura, es verdad, han incluido a toros y toreros. Pero no es menos cierto que han incluido asimismo a rufianes, ladrones, asesinos, malvados, esperpentos, maltratadores y violadores de mujeres, abusadores de niños y un largo etcétera de personajes objetivamente nocivos.
Aunque digan lo contrario
No al buen rollo con Gibraltar que es algo perfectamente posible y, además, conveniente. No a la píldora postcoital, que es pecado. No a RTVE que es plural y bien hecha. No a la igualdad jurídica con los homosexuales y, en paralelo, con las mujeres. Y no al Estado del Bienestar, aunque digan lo contrario.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
