Ya ha contado con una ayuda de 12 000 euros del «convenio para goteras» con Diputación
Los vecinos y la junta administrativa de Villaute, pequeña localidad perteneciente al ayuntamiento de Villadiego, ha vuelto a dar la voz de alarma sobre el estado en el que se encuentra la iglesia románica de San Martín, una de las dos joyas patrimoniales de la villa junto al torreón gótico del siglo XV, que tiene casi veinte metros de altura y unos muros que alcanzan los dos metros de espesor.
La iglesia de San Martín data del siglo XII y actualmente, según manifiestan desde la junta administrativa de Villaute, «no se encuentra en buen estado», señala María Teresa López, quien recuerda que con las aportaciones del conocido como ‘convenio de las goteras, que anualmente firman el Arzobispado de Burgos y la Diputación, así como una aportación de la parroquia se ha intervenido recientemente para consolidar las bóvedas y ábsides. «Las ayudas se han quedado muy cortas porque el deterioro del templo es muy importante», apunta López, quien señala que recientemente se han realizado unas catas en la cubierta del templo que han añadido más preocupación a los vecinos.
«Aunque exteriormente parece que el tejado está bien, lo cierto es que los técnicos nos han dicho que algunas de las vigas de madera del mismo está bastante deterioradas y que es necesario intervenir, con cierta urgencia, ya que de poco servirá todo lo que hemos hecho hasta ahora si hay goteras o se cae el tejado», manifiesta la portavoz de la junta administrativa, quien hace un llamamiento a las instituciones, «y a todos los que quieran colaborar para no dejar caer esta joya del románico burgalés».
Hasta la fecha ya han invertido unos 25.000 euros, de los que 12.000 corresponden al ‘convenio de las goteras’, en diferentes trabajos para consolidar elementos estructurales para evitar que se derrumbaran, en concreto se trata de dos ábsides y dos bóvedas, que se encontraban desplazadas y algo caídas, que se han cosido con varilla de acero y inyectado para fijar su estructura. Además, también se han sellado o recogido las piedras de algunas zonas exteriores, como las ventanas.
La junta administrativa y los vecinos se muestran orgullosos de todas las actuaciones que, «con mucho esfuerzo», apunta López, se han realizado hasta ahora, pero consideran que es necesario continuar interviniendo para consolidar el templo y evitar riesgos. «Más adelante ya continuaremos como otros proyectos que tenemos, como por ejemplo descubrir, picando las paredes, la piedra del interior y otras actuaciones que ahora consideramos complementarias, pero no urgentes, lo urgente es arreglar la cubierta que pensábamos que estaba en buen estado», apunta López.
La iglesia de San Martín consta de dos naves con doble ábside semicircular, ambas con columnas adosadas, sencillas y carentes de decoración, excepto por la portada adosada a la nave sur, con cuatro toscos capiteles de decoración vegetal. De los ábsides el mas interesante es el norte, con canecillos decorados y una preciosa ventana con arquivolta en zigzag y capiteles de sirena de doble cola.
La iglesia de San Martín, junto a un torreón del siglo XVI, es la joya de la localidad y un orgullo para los vecinos M.T.L.
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