El ministro de culto afirma que se sienten «perseguidos» por quienes «no quieren convivir»
Enfrentados por los ruidos, pero no es lo habitual pues estos no proceden de ningún bar ni de ninguna discoteca próxima a viviendas. El foco del conflicto es una nave industrial situada junto a las antiguas calderas del gas, en la pedanía murciana de San Pío X, y que acoge a la Iglesia Evangélica de Pentecostés Luz de Dios.
Vecinos que residen en las Casas de la Renfe se quejan de que el exceso de ruidos procedente de las ceremonias que llevan a cabo los que profesan la religión evangelista les «impiden dormir muchas noches» y de hecho han presentado varias denuncias en el juzgado para que cesen dichos ruidos.
Música a través de altavoces, órganos, tambores … «es un problema que padecemos desde hace unos cinco años los más de cien vecinos que tenemos nuestras casas cerca de esa nave y es que hay noches en las que el ruido lo soportamos hasta las tres o las cuatro de la madrugada», asegura Patrocinio García, presidente de la comunidad de vecinos de las Casas de la Renfe.
«Ellos dicen que les discriminamos por tener una religión que es diferente a la cristiana y por ser de otra raza, pero es un problema de salud pública, pues aquí hay personas que llevan mucho tiempo sin poder dormir cada vez que a ellos les da por ensayar o por llevar a cabo un ritual. Únicamente nos dicen que cerremos las ventanas de nuestras casas», añade el representante vecinal.
La Policía Local y también miembros de la patrulla ecológica de la concejalía de Medio Ambiente del ayuntamiento de Murcia han acudido en varias ocasiones a este lugar y han procedido a realizar mediciones de ruido, pero la Iglesia sigue abierta, según el ministro de culto de la misma, Evoi, «porque cumplimos con la normativa y no superamos el límite de 60 decibelios que se nos permite».
Este portavoz de la Iglesia Evangélica Luz de Dios, que moviliza especialmente a ciudadanos subsaharianos, considera que el problema es de integración.
«En España hay libertad de religión, cada uno puede decantarse por una u otra, y nosotros no hacemos nada malo al profesar la nuestra; sólo predicamos la Palabra de Dios, según la Biblia. En esta Iglesia somos muchos africanos, pero también hay españoles y, sin embargo, notamos que hay personas que simplemente no quieren convivir, ni tener cerca a ciudadanos de otros países y les sabe mal que aquí celebremos nuestras ceremonias», explica Evoi, quien añade que «quienes se quejan lo hacen por cualquier cosa y parece que les molesta el ruido que hace un teléfono al sonar, por lo que en cierto modo nos sentimos perseguidos cuando no hemos hecho nada malo y la prueba es que ha venido la Policía y se ha marchado sin más porque no hay motivos para tomar medidas contra nosotros».
Tres horas y media de misa
La Iglesia Evangélica Luz de Dios celebra en la nave que ocupa en San Pío X misas de tres horas y media de duración los domingos –de diez de la mañana a una y media de la tarde– y llevan a cabo otros actos a lo largo de la semana. Así, los miércoles, entre las seis de la tarde y las nueve de la noche, realizan estudios bíblicos; los viernes dedican ese mismo horario a la oración; y los sábados, generalmente ente las cuatro y las siete de la tarde, organizan los ensayos musicales para la misa del día siguiente. Además, el primer viernes de cada mes es tiempo de vigilia y también se reza habitualmente de diez de la noche a dos de la madrugada.
