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Una mezquita en tierra «roja»

La zona de Pankow en Berlín Este acogerá el primer templo musulmán levantado en suelo de la antigua RDA Vecinos, políticos y religiosos se oponen a la edificación

Pankow era antes de la caída del muro una de las zonas más prominentes de la desaparecida República Democrática Alemana (RDA). Allí, concretamente en el Majakowskyring, vivían los principales dirigentes del Partido Comunista y del Gobierno alemán oriental. De hecho, Egon Krenz, último dirigente de la RDA antes de su disolución, aún reside en Pankow, un rincón berlinés que continúa siendo el preferido de los amantes de la nostalgia y las reminiscencias socialistas. Pero la tranquilidad del lugar se ha visto truncada por la construcción de una mezquita en Pankow-Heinersdorf, no muy lejos del Majakoswkyring.
La mezquita será levantada con fondos del movimiento Ahmadiyya, tendrá un minarete de 12 metros y, si todo sucede según lo previsto, será inaugurada en el 2008. En el lugar elegido para la construcción había antes una fábrica de chucrut, el mejor acompañante para un buen codillo de cerdo en esta época del año.

Agrupación antimezquita
Nunca antes nadie había protestado por la presencia de nuevos vecinos. Pero ahora residentes, políticos y autoridades religiosas se han sublevado para, primero, tratar de impedir, y luego, protestar por la construcción de la que será la primera mezquita en Berlín Este.
El líder de la agrupación antimezquita, Joachim Swietlik, asegura que Ahmadiyya es un movimiento fundado en la India en el siglo XIX que no ha sido reconocido por los grandes grupos islámicos debido a sus creencias divergentes, y que "es una secta fundamentalista que desea abolir la democracia".
Ahmadiyya cuenta con 30.000 miembros y 15 mezquitas construidas en Alemania, y según Abdulá Uwe Wagishauser, su líder, "no hay ningún problema con los vecinos de las mezquitas de Ahmadiyya que ya se han edificado en otros lugares". Además, afirma que sus templos "ayudan al diálogo entre religiones y al entendimiento mutuo".
Precisamente, la acogida de las otras mezquitas de la comunidad han sido uno de los argumentos que las autoridades de Berlín tuvieron en cuenta para autorizar, antes de Navidad, la construcción del templo, después de largos meses de batalla frontal con los opositores al proyecto. Ahmadiyya tenía hasta ahora su centro de oraciones en la parte oeste, en Reinickendorf. Pero se había quedado pequeño y, por razones financieras, buscó un lugar en Berlín Este –donde aún no existe ninguna mezquita– sin saber que encontraría tanta oposición. El nuevo templo ofrecerá espacio para unos 500 fieles. En la parte occidental existen 76 templos musulmanes y cuatro centros religiosos.

Manifestaciones
Más de 6.000 habitantes de Pankow-Heinersdorf expresaron por escrito su rechazo al proyecto y se lanzaron a las calles en numerosas ocasiones con pancartas donde se podía leer Moschee… Nee! (Nunca una mezquita) o Keine Ahmadiyya-Sekte in Heinersdorf (No a la secta Ahmadiyya en Heinersdorf). Los opositores recibieron el apoyo de los militantes del partido de Angela Merkel en Heinersdorf, pero sobre todo de los nazis del lugar. En septiembre pasado, un centenar de ellos acompañaron una manifestación de los opositores a la mezquita, entre ellos los más prominentes dirigentes del NPD, el principal partido nazi alemán. La manifestación, convocada frente a la iglesia evangélica de Pankow, terminó con la detención de varios de ellos.
También hay muestras de apoyo, como la de la pastora evangélica Ruth Misselwitz, que pide tolerancia y afirma que "hay que ampliar el diálogo entre las iglesias". Todo lo contrario que el cura de la localidad, Andreas Kaehler, quien está entre los que han luchado desde el comienzo contra la mezquita. "Heinersdorf es y seguirá siendo cristiano", lanzó.
Kaehler se niega a obedecer los peticiones de moderación que le llegan de la jerarquía, se ha transformado en uno de los líderes del movimiento antimezquita y ha buscado incesantemente la celebración de un referendo "contra el califato, la scharia, contra el abuso de las libertades religiosas, por los derechos de la mujer, las libertades ciudadanas, por la democracia y el Estado de derecho". Una consulta que nunca llegará a hacerse, porque el martes pasado se colocó la primera piedra de la mezquita de Ahmadiyya.

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