Una iglesia católica de Bélgica, se transforma en mezquita todos los viernes, día sagrado para los musulmanes, por iniciativa del párroco Henry Rémy
El imán llama a los fieles desde el campanario, que acuden al edificio donde las imágenes cristianas son cubiertas y el suelo se cubre con alfombras para la oración.Las imágenes santas y todo símbolo cristiano es cubierto «para no ofender a los nuevos fieles». Para el imán y sus adeptos se trata de «representaciones idólatras«. El obispo diocesano, Don Guy Hapingny, explicó que no se daña al templo por lo que no supone ningún problema.
El párroco dice que es bueno para «el diálogo, la oración y la comunión entre las comunidades religiosas de la ciudad». Afirma que «los dos rezan al mismo Dios, pero de un modo diferente. Ahora tenemos que promover el diálogo».
