Un centenar de colectivos han convocado una manifestación el próximo 23 de octubre para exigir la independencia del Estado respecto a cualquier confesión religiosa y la derogación de los Acuerdos con la Santa Sede y el Concordato.
En pleno debate sobre la nueva ley de libertad religiosa que prepara el Gobierno, cerca de cien organizaciones, entre las que se encuentra Europa Laica, han convocado para el próximo 23 de octubre en Madrid un acto “cívico, laicista y reivindicativo” bajo el lema Por un Estado laico ¡ya!.
Los convocantes denuncian que, pese a que la Constitución de 1978 garantiza que ninguna confesión tendrá carácter estatal se sigue preservando un Estado “nacional-católico” y los privilegios a la Iglesia católica, particularmente en materia de financiación y de enseñanza. A ello se unen, las constantes injerencias, por parte del episcopado católico que “utilizando su enorme poder económico, simbólico y mediático, ataca, con saña, la voluntad popular, expresada a través del poder legislativo estatal y territorial, cada vez que se avanza en el reconocimiento de derechos, como los de los gays, lesbianas, transexuales y bisexuales, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, las investigaciones biológicas con fines terapéuticos o el derecho a morir con dignidad y a decidir sobre la propia vida”, dice el manifiesto.
Los firmantes piden la derogación de los Acuerdos con la Santa Sede de 1979, el Concordato de 1953 y la Ley de Libertad religiosa de 1980, al tiempo que exigen una nueva normativa de “libertad de conciencia” que “sitúe en pie de igualdad a todas las creencias y convicciones” y que “reconozca y respete la preeminencia del poder político y por tanto público, frente a lo que debe ejercitarse en el ámbito privado y particular de un grupo, que representan las religiones”.
Europa Laica, al igual que las asociaciones y personas que avalan esta convocatoria, llaman a toda la sociedad que “lejos de sentir el laicismo como ajeno, perciban que con su defensa lo que está en juego es la calidad de nuestra convivencia democrática, el fomento del pluralismo ideológico y nuestra propia condición de ciudadanos libres e iguales en derechos”.
Entre los postulados que alumbran esta iniciativa figura la exigencia de una escuela pública laica; que los responsables políticos no participen en actividades de tipo religioso en sus actos públicos; que las iglesias se autofinancien; que la Iglesia Católica deje de percibir los más de 10.000 millones de euros al año del Estado central, autonómico y local; que los miembros de la Iglesia Católica no disfruten de prerrogativas jurídicas ante la investigación e imputación de presuntos hechos delictivos como la pederastia; o que no se revista con honores y privilegios de Estado financiados con fondos públicos las visitas de líderes religiosos como las que realizará el Papa en noviembre en Santiago de Compostela y Barcelona y en Madrid en el verano de 2011 con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud.
Estas organizaciones consideran que la lucha a favor de la laicidad en las instituciones del Estado consolidará la democracia, preservará los derechos civiles conseguidos hasta ahora, evitará que haya privilegios de todo tipo, y avanzará en la justicia social y en la igualdad.
El Parque de la Cornisa de las Vistillas en Madrid ha sido el sitio elegido para la manifestación. Un lugar con mucho simbolismo después de que el Ayuntamiento de la capital haya cedido este espacio público al Arzobispado para construir un “minivaticano” y que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid declaró ilegal el pasado mes de junio en sentencia recurrida por el consistorio.
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