El ala más escorada del partido quiere sacar del cajón la Ley de Libertad Religiosa. Pretende que forme parte de su programa.
Un radical giro a la izquierda que incluya en el programa del PSOE promesas como la “defensa de una escuela igualitaria e intercultural” y la “laicidad en la enseñanza”. Esa será la exigencia que el sector más extremista del partido le planteará a su candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la Convención que esta corriente, Izquierda Socialista, celebrará los días 10 y 11 de septiembre.
En la práctica, lo que implica esa “laicidad” que se pretende implantar supone la recuperación de la Ley de Libertad de Conciencia y Religiosa, proyecto del Gobierno de Zapatero que lleva meses aparcado. El borrador de esa norma, presentado en junio de 2010, imponía la “neutralidad de los poderes públicos ante la religión o creencias”, lo que venía a significar, entre otras cosas, la prohibición de exhibir símbolos religiosos en los establecimientos y edificios públicos. Además, se recogía también la eliminación de las ceremonias religiosas en actos y celebraciones oficiales y la regulación de la participación en actos religiosos de las autoridades públicas.
Es decir, se sacaban los crucifijos y demás simbología católica –que es la religión mayoritaria en España y la única cuyos distintivos están en lugares públicos– de ayuntamientos, colegios y hospitales, y se exigía a los cargos públicos que sí participasen en actos religiosos garantizaran que no hubiera trato discriminatorio a ninguna confesión. Este último punto venía a decir que si un alcalde decide desfilar en una procesión durante la Semana Santa católica, debería también participar en el ayuno islámico del Ramadán en el caso de que esta confesión le cursara una invitación. Además, el borrador ampliaba los derechos de otras religiones consideradas de “notorio arraigo”, entre las que se incluía a los budistas, ortodoxos, mormones y testigos de Jehová.
En su momento, el Papa Benedicto XVI ya mostró su disconformidad con este proyecto de Ley y con el resto de unas políticas que consideró –en el marco de su última visita a España, en noviembre de 2010– encaminadas a instaurar un “laicismo radical” por parte del Gobierno de Zapatero.
Aparcada
Todo ello acabó finalmente en un malogrado proyecto más del Ejecutivo socialista, pues en noviembre del año pasado se renunció a seguir adelante con la ley ante “la falta de consenso” que, según reconoció el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, había al respecto. En ese momento, el Ejecutivo se resignó y desistió en seguir adelante con la norma.
Sin embargo, esa corriente más radical del PSOE quiere ahora recuperar el proyecto elaborado al alimón por el Ministerio de la Presidencia y el de Justicia y llevarlo en el programa electoral. Junto a ella reivindican una “imposición fiscal sobre beneficios bancarios” -ya defendida por el propio Rubalcaba-, la “potenciación del diálogo social, con apoyo a la actividad sindical” o la “promoción en todos los campos de la igualdad de género”, entre otras medidas que ven necesarias introducir con carácter inmediato. Todas estas propuestas serán trasladadas al partido en esa Convención que Izquierda Socialista va a celebrar tan sólo tres semanas antes de que tenga lugar la Conferencia Política del PSOE, que será la lanzadera definitiva del candidato Rubalcaba, en la que dará a conocer el programa con el que se presentará a las elecciones generales.
