Los católicos como cualquier ciudadano, sí; la iglesia como institución religiosa, no. El derecho a la participación política es de los ciudadanos que lo ejercen con partidos políticos, colectivos y asociaciones o grupos sociales.
Un obispo de Costa Rica afirmó este viernes en la homilía del Día de la Virgen de los Ángeles, patrona del país, que la Iglesia Católica tiene el derecho a meterse en la política y lanzó críticas al desempeño del Gobierno en algunas áreas.
“Erróneamente algunos dicen que la Iglesia no debe meterse en la política. Iglesia somos todos los creyentes y la política es el esfuerzo por construir el bien común. Por lo tanto, como ciudadanos, los católicos tenemos el derecho inviolable de meternos en política”, aseveró el obispo de Tilarán (norte), Manuel Salazar.
Cada 2 de agosto, Costa Rica, que tiene a la religión católica como oficial en su Constitución Política, celebra el Día de la Virgen de los Ángeles, una festividad marcada por una peregrinación que desde días y hasta semanas antes realizan miles de fieles de todas partes del país.
Esta es la festividad más importante de la religión católica en Costa Rica, la cual cierra con la homilía a la que asisten funcionarios de gobierno y el presidente del país.
El obispo insistió en que “los clérigos políticamente tenemos derecho a no ser ciudadanos de segunda categoría, una minoría discriminada”.
Desde hace años en Costa Rica se discuten en esferas políticas la posibilidad de eliminar la religión oficial de la constitución política y hay sectores no religiosos que critican algunos apoyos económicos que recibe del Estado la Iglesia Católica.
El obispo hizo un llamado a todos los sectores del país y al Gobierno a promover el diálogo, luego de que en los últimos meses ocurrieran protestas callejeras en contra de una reforma tributaria aprobada por el Congreso en diciembre pasado y que en 2019 se ha ido aplicando paulatinamente.
El obispo Salazar instó a las personas que tienen pensado manifestarse próximamente a que lo hagan sin violencia y sin bloquear carreteras para respetar el libre tránsito de los demás.
El sacerdote también lanzó críticas al Gobierno por la inseguridad, la falta de vivienda, el desempleo y el “abandono” y “olvido” en el que se encuentran los agricultores y pescadores.
En cuanto a la población sexualmente diversa, el obispo afirmó que la Iglesia debe recibirla, respetarla, amarla y no juzgarla, aunque aclaró que ello “no implica la promoción de ese estilo de vida ni la equiparación al matrimonio entre hombre y mujer”.
“Tenemos derecho a exigir respeto a las creencias cristianas de la mayoría de la sociedad costarricense. Recuerde señor gobernante que muchos votos católicos fueron los que lo llevaron a la silla presidencial y ud está en compromiso con ellos”, manifestó el obispo en alusión al presidente Carlos Alvarado.
En la homilía el sacerdote también expresó la oposición de la Iglesia Católica a la fecundación in vitro, el aborto y lo que consideró como la “imposición de una visión de género” por parte del Estado.
