Familiares, amigos y allegados mostraron su afecto por Luis en un sentido y multitudinario acto de homenaje en la puerta de su casa.
"Es como un funeral laico en plena calle", decía emocionada una de las vecinas de La Magdalena que pasó a despedirse de Luis Bernal. Comerciantes, vecinos y visitantes habituales de la zona, de todos los colores y de todas las edades; ninguno podía faltar en el último adiós a Luisito. Todo el barrio pasó por el homenaje que amigos y familiares le prepararon ayer por la tarde en el portal de su casa.
Trece fotografías y un mural de cartulina en el que se apretaban los mensajes para el recuerdo colgaban junto a la puerta de su domicilio, en la calle Cortesías. "Un alma grande", "Me han quitado un trozo de mi vida", se podía leer en el muro. Dos docenas de velas rojas y blancas y algunas flores llenaban el umbral del portal.
"Es increíble lo que ha ocurrido. No podemos dejar de darle vueltas", aseguró una de las vecinas, que acostumbraba a encontrarse con él en alguna terraza del barrio. "Era una persona muy tranquila y amable", declaraba una señora mayor ante las cámaras de televisión. Nadie daba crédito a lo que se respiraba, y menos aquellos que acababan de conocer la noticia.
Desde el pasado lunes, la concentración silenciosa ha sido constante para convertirse multitudinaria en la tarde de ayer. A las siete ya estaban allí sus amigos más cercanos y su hija, envueltos por el escrupuloso silencio que se apoderó de la pequeña calle durante todo el acto, solo roto por el llanto de su hija y por un emotivo aplauso. Al cabo de un cuarto de hora, ya eran más de un centenar los allegados que se acercaban a compartir el duelo. "Emociona ver hoy en día a gente diversa que rompe el aislamiento, aunque sea para algo tan doloroso", apuntó una de las asistentes.
Daño irreparable
"Aquí estamos toda tu familia", decía uno de sus amigos más cercanos, después de colgar una caja de zapatos en el portal, en la que se podía leer "Gastos Luis". La razón, hacer una colecta para sufragar los gastos derivados de su entierro. Entre otras cosas, le dedicarán una corona de flores en forma de lagartija, uno de sus animales preferidos.
La pérdida ha conmocionado al barrio, que ayer mostró con unidad el dolor por la muerte de uno de sus vecinos más queridos.
Archivos de imagen relacionados
