Ghinedu Ehiem ha sido expulsado del coro de la Capilla Giulia por hacer de contacto con jóvenes
El Vaticano ha expulsado a un miembro del coro de la Capilla Giulia, Ghinedu Ehiem, cuyo nombre aparece en la investigación de la supuesta trama de corrupción en las obras del G-8 como el hombre que facilitaba encuentros homosexuales a Angelo Balducci, expresidente del Consejo Superior de Obras Públicas italiano.
Ehiem, nigeriano de 40 años, aparece en las interceptaciones telefónicas realizadas por la Fiscalía de Florencia junto al italiano Lorenzo Renzi, de 33 años, como dos intermediarios que buscaban jóvenes para encuentros homosexuales con Balducci, implicado en el escándalo.
"No es un religioso, ni un seminarista", señalaron ayer fuentes vaticanas al confirmar la noticia de la expulsión de Ehiem del coro. La Capilla Giulia es el coro que se utiliza en las ceremonias de la basílica de San Pedro cuando no asiste el Papa, pues cuando está presente el Pontífice se une el Coro de la Capilla Sixtina.
Seminaristas, futbolistas, bailarines…
De acuerdo con las filtraciones publicadas por la prensa italiana, las interceptaciones telefónicas realizadas por la Fiscalía de Florencia desvelaron que Ehiem y Renzi son "dos sujetos que pueden formar parte de una red de explotadores y encubridores de la prostitución masculina que actúa en Roma".
Según los investigadores, los dos hombres proporcionaron a Balducci jóvenes seminaristas, estudiantes de colegios eclesiásticos, muchachos extracomunitarios sin permiso de residencia en Italia, futbolistas o bailarines, de los que facilitaban detalladamente todos sus datos físicos y prestaciones, entre otras informaciones.
Tras conocer la aparición en los medios de las conversaciones interceptadas por la fiscalía, el abogo de Balducci, Franco Coppi, ha dicho que es una "vergüenza" que se hagan públicas cosas "que no atañen a la investigación".
Protección Civil, implicada
Angelo Balducci era hasta ahora presidente del Consejo Superior de Obras Públicas y fue arrestado el 10 de febrero pasado por su supuesta implicación en la trama de corrupción en las obras para construir las instalaciones de la cumbre del G-8, que debía celebrarse en La Maddalena en julio de 2009 y que finalmente tuvo lugar en L'Aquila a raíz del terremoto que devastó la zona.
En este mismo escándalo de irregularidades en la concesión de contratas públicas está también presuntamente implicado el jefe de la Protección Civil italiana, Guido Bertolaso, quien supuestamente recibió favores sexuales a cambio de concesiones en la organización de la cumbre.