Ante la inseguridad que se estaba creando en los alrededores de la parroquia de Santiago, debido a la caída de tejas, el Ayuntamiento ha tenido que acometer una limpieza de la fachada del templo por el deterioro que se estaba produciendo en la zona. Para ello ha sido necesaria la ayuda de un camión de bomberos para que los operarios del servicio de limpieza pudieran subir al tejado. Se hizo una limpieza de vegetación en la fachada y en la cubierta. Todo ello después de que desde el Consistorio se enviase al Obispado de Plasencia y a la Consejería de Cultura, responsables del edificio, sendos escritos en donde se detallaba la mala situación de algunas zonas de la iglesia. El propio párroco de Santiago, Fermín Solano, pidió tanto al obispado como al Ayuntamiento, que interviniesen en la fachada.
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