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Todos unidos en la procesión

Aunque ya se han acabado las procesiones y la vida ha vuelto a una relativa normalidad, excepto para quienes tienen la suerte de no tener que trabajar esta semana, sigo espeluznado ante la evidencia de la fuerza que sigue teniendo la Iglesia católica y sus firmes lazos con el poder establecido.

Pase que quienes deseen pasear por las ciudades con capirotes y arrastrando cruces y pesadas composiciones escultóricas lo hagan. Aunque para otros todo sean trabas a la hora de organizar cualquier cosa. Pase que algunos lo hagan descalzos, arrastrando cadenas y flagelándose la espalda. Son cuestiones de fe y cada cual lo vive como mejor le parece, o al menos así debería ser.

Pero lo que ya no es tan normal es tener que ver a los legionarios uniformados cargando un crucifijo en la procesión de Málaga. O a agentes de la Policía española portando un paso en Zamora. Tampoco resulta comprensible ver a tantas autoridades civiles desfilando por las calles. El alcalde, el obispo y el mando de la Guardia Civil cogidos de la mano y todos bajo palio. La cosa llega al esperpento cuando las procesiones marchan al son del himno español. Sería para reír de lo chusco que es, si no diera tanto miedo verlos a todos de la mano.

Entre nosotros también se dan estas situaciones de sumisión del poder político al religioso. Es el caso de la procesión de las Cinco Llagas de Iruñea, en la que el Ayuntamiento acude el Jueves Santo a la iglesia de San Agustín para renovar el voto que se remonta a 1599, cuando «la ciudad imploró la intervención divina para verse librada de la peste».

Aunque quizá convenga mantener este tipo de soluciones divinas, teniendo en cuenta el dineral público que va a haber que destinar a construir el trazado del TAV para beneficio de unos pocos y visto que a la consejera María Kutz le gusta mucho meter la tijera del recorte en Osasunbidea. Por mucho que empeore la sanidad pública, sabemos que al menos no tendremos la peste mientras el Ayuntamiento siga yendo cada año a la iglesia de San Agustín. Algo es algo.

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