Más de un año lleva Thomas McCarthy, el director de The Station Agent (Vidas Cruzadas), The Visitor y Win Win (Ganamos todos), amasando su último proyecto, pero debido a la polémica temática sobre la que versará, ha decidido trabajar en el silencio. Pero ante el avance de la fase de preproducción, ha decidido hacerlo público: va a realizar un film sobre el escándalo de sacerdotes pedófilos que se produjo en el seno de la Iglesia católica en 2003. Así, el cine se adentra en una temática hasta ahora casi vedada para el celuloide, aunque Pedro Almodóvar ya se atrevió con ella en La Mala Educación (2004).
Pero McCarthy quiere ser, ante todo, honesto, y no busca la polémica fácil. Y es que su film seguirá la estela de All the President Men (Todos los hombres del presidente), de Alan J. Pakula, que se centraba en la investigación de varios periodistas sobre el caso Watergate. Así, el proyecto de McCarthy focalizará su narración en la investigación periodística en busca de revelar los abusos sexuales, y no tratará de dramatizar una situación ya de por sí controvertida.
Y esta investigación se produjo en 2003, cuando un grupo de periodistas del Boston Globe, integrados por Michael Rezendes, Sacha Pheiffer, Matt Carroll, Ben Bradlee Jr., Marty Baron y Walter “Robby” Robinson obtuvieron pruebas que permitiesen demostrar ante la ley la culpabilidad de Bernard Law, el arzobispo de Boston de entonces que mantenía relaciones sexuales con menores. Los periodistas obtuvieron el Premio Pulitzer aquel año, y el escándalo produjo un desprestigio de la Iglesia en EEUU, pues vio socavada su autoridad como guía moral ante sus fieles.
El autor del guión es Josh Singer, conocido por ser el guionista de algunos capítulos de series televisivas como The West Wing (El ala oeste de la Casablanca) o Law & Order (Ley y orden). Por su trabajo anterior, podemos esperar que el guión del film de McCarthy integre, dentro de la trama de investigación, implicaciones políticas y sociales. Por el momento, no se conoce el título ni la fecha de estreno de esta obra que, seguro, lleva la impronta de denuncia que suele imprimir Thomas McCarthy en su cine.
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