La polémica sugerencia constituye un golpe bajo a los tribunales de La Haya creados bajo los auspicios de Naciones Unidas.
Aunque el presidente iraní no dio detalles concretos, su propuesta le dio pie para criticar el sistema de justicia internacional establecido por la ONU al que acusó de estar manipulado por Occidente. "Algunas organizaciones, en especial el Consejo de Seguridad, no se han fundado sobre la justicia", denunció, poniendo como ejemplo "su inercia ante las acciones del régimen sionista en Palestina".
Ahmadineyad sugirió que el tribunal islámico internacional debiera estudiar los problemas entre los países musulmanes para que "no tengan que acudir a las instancias judiciales extranjeras a resolver sus divergencias".
La idea, sobre la que anoche ningún otro país islámico se había pronunciado, pone en entredicho la universalidad del Tribunal Criminal Internacional, creado en 1998 para juzgar crímenes de guerra, y del Tribunal Internacional de Justicia, establecido en 1946 para resolver las disputas entre los países.