Bergoglio dice luchar contra la pobreza pero aun no ha aportado una sola idea más allá de sus buenas intenciones y tal vez nunca lo haga, entre otras cosas porque no le dejen hacerlo.
Me gustó que pidiera a sus colaboradores que le enviaran desde Buenos Aires su vieja agenda en la que guarda sus notas y citas, los teléfonos y las fechas de cumpleaños de sus familiares y amigos (al parecer, nunca ha tenido secretario), y también que reclamara algo tan mundano como sus zapatos, unos zapatos normales y usados que hoy resuenan por los pasillos del vaticano contrastando con los exclusivos modelos de Prada color rojo que calzaba el Papa anterior.
Solo el tiempo y la forma de ejercer el papado por parte de este presunto heredero de San Pedro nos aproximarán a la verdad que nos sea permitido conocer. Sí, ya lo sé, he empleado el término 'presunto' y lo he hecho conscientemente, pero detenerme a razonar el por qué me apartaría de mi intención al escribir este artículo que, por ahora, prefiero dar por concluido con este párrafo.