Así, según explicó De la Peña, el diagnóstico actual de la relación de los jóvenes con la Iglesia no es positivo, dado que los templos «están llenos de cabezas blancas», en referencia a las canas de los asistentes. Añadió que la cifra del 14 por ciento actual es más alarmante si tenemos en cuenta que, en el año 2000, también según un estudio sobre personas menores de 30 años, la tasa era superior, concretamente del 25 por ciento.
Del 45 por ciento de jóvenes que se declaran católicos, sin embargo, un buen número aprueba el aborto o la adopción de parejas homosexuales, y un buen número declara la doctrina de la Iglesia «anticuada», según señaló De la Peña, que también consideró preocupante que la Iglesia sea de las instituciones peor valoradas por el conjunto de la juventud.
Dijo que el problema, de separación con la Iglesia, se extiende a todos los ámbitos, y recordó el último congreso de Nuevas Generaciones del PP, en el que se rechazó la mención al «humanismo cristiano».