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«Sin laicidad no hay ciudadanía»

Documento de Jaén Laica presentado en la Asamblea Ciudadana celebrada en esa ciudad andaluza

JAÉN CIUDAD LAICA es el grupo local en nuestra ciudad de la organización Europa Laica, imbricado también en sus organizaciones andaluza (Andalucía Laica) y provincial (Jaén Laico).

El objetivo primordial de este colectivo es la profundización democrática que se anuncia en nuestra Constitución en su aspecto laicista o aconfesional. En ese sentido tratamos de aclarar que el laicismo es requisito imprescindible para la convivencia satisfactoria entre la ciudadanía. Partimos del respeto que todos y todas hemos de tener a la conciencia o creencias religiosas de los demás, siempre que de tal conciencia o creencias no se deriven incitaciones o daños para el resto.

Esta aspiración se concreta en la separación rigurosa de las esferas pública, que afecta al conjunto de ciudadanos y ciudadanas, y privada, a la que pertenecen su conciencia o creencias religiosas, por muy mayoritarias que éstas puedan parecer.

Frente a quienes, de manera interesada para mantener sus privilegios, acusan al laicismo de radical, intolerante y peligroso para la democracia, tratando así de manipular a la opinión pública en beneficio propio, nosotros aseguramos que el laicismo es, en esencia, respeto. Es respeto a las creencias de toda la ciudadanía, es respeto al derecho intrínseco de cada persona a pensar según sus propios criterios, es respeto a todo posicionamiento religioso o espiritual que no vulnere los derechos ajenos.

Ninguna persona laicista pretende imponer sus ideas al resto de los ciudadanos. Simplemente aspira a que la religiosidad de los ciudadanos no vulnere la asepsia ideológica a la que están obligadas las instituciones, y a que todos, profesemos la religión que profesemos o no profesemos ninguna, tengamos cabida, en igualdad de condiciones, en la sociedad plural y tolerante que es propia de toda democracia.

El laicismo defiende pura y simplemente la separación entre las instituciones del Estado y las iglesias u organizaciones religiosas; el laicismo garantiza la libertad de conciencia, que en España está contemplada en la Constitución, y avala el cumplimiento del respeto a la libertad de pensamiento y a la libre elección de la moral privada de cada ciudadano. Por lo tanto, el laicismo no impone, pero sí defiende los derechos ciudadanos ante la imposición de cualquier concepción o creencia religiosa a las administraciones públicas y a la ciudadanía.

Apelamos pues a los organismos públicos y partidos y movimientos políticos a que respeten la estricta aconfesionalidad del Estado, asumiendo la representación de la ciudadanía y no de los feligreses de uno u otro credo.

En el ámbito municipal de Jaén que en este encuentro nos ocupa, la exigencia de aconfesionalidad es mayor aún dada la actitud del actual alcalde que pretende imponernos a todos los ciudadanos sus creencias particulares potenciando la ocupación del espacio público con monumentos (monolito de La Salobreja,…) denominaciones religiosas de calles y plazas, potenciación de ceremonias públicas y procesiones (llegando al extremo de repetir la Semana Santa en verano), etc.

Por ello concretamos la urgente necesidad de defender el Estado laicista en nuestra localidad con las siguientes propuestas:

  • La toma de posesión y juramentos de los cargos se llevará a cabo sin presencia de elementos religiosos   
  • En las ceremonias religiosas no habrá representación institucional del Ayuntamiento. No nos oponemos a la participación a título individual, particular y privado de las personas que ostentan cargos en los actos que ellos consideren.
  • La policía local no participará en las celebraciones religiosas de semana santa u otro tipo, más allá de la regulación del tráfico necesaria en toda manifestación pública.
  • Las administraciones locales no promoverán, en ningún caso, ritos ni celebraciones religiosas de ningún tipo. No se celebrarán ceremonias religiosas en los actos oficiales (Tomas de posesiones, reconocimientos de méritos, rendición de honores etc.)
  • Los espacios públicos municipales deben estar libres de símbolos religiosos. Se retirarán los elementos religiosos colocados por particulares con carácter permanente en monumentos  históricos y espacios públicos.
  • Eliminar las capillas de los edificios municipales, si las hubiere.
  • Anulación de los nombramientos de vírgenes como alcaldesas de honor y similares.
  • No se donará suelo público ni se concederá financiación pública o exenciones fiscales para la instalación de infraestructuras o realización de actividades confesionales a ninguna confesión o institución religiosa. No se subvencionará directa o indirectamente a las confesiones religiosas. Cobro del IBI.
  • Facilitar que las ceremonias civiles (Acogida del recién nacido, matrimonio y funerales) se celebren dignamente, dando todas las facilidades posibles a la ciudadanía, creando espacios donde celebrarlas dando así respuesta a un sector de la sociedad que no se identifica con ningún credo religioso o es diferente al mayoritario. El laicismo defiende que el Estado represente a sus ciudadanos en las necesidades como tales ciudadanos. Visto así, los nacimientos, bodas y funerales deben tener un servicio por parte de las instituciones que nos representan. Es un servicio perfectamente asumible por los ayuntamientos, los representantes públicos son muchos más que los religiosos  y en las ciudades grandes no tienen por qué ser ceremonias como las que se conocen, sino una cesión de espacios y salas municipales donde cada ciudadano pueda celebrar estos ritos de paso según sus propias convicciones.
  • Participación de los grupos laicistas en los programas y debates desarrollados en los canales municipales.

Para finalizar esta comunicación deseamos felicitar a las personas y colectivos reunidos en esta iniciativa y animarles a conseguir la mayor unidad popular en vistas a mejorar Jaén, nuestra ciudad, que tan necesitada está de otra política.

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