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Sin burka yo quiero vivir

Respuesta al artículo de El País en el que una niña musulmana planteaba que sin burka no quería vivir.

Este fin de semana leí en el diario “El País” una entrevista a Chadia, la niña española de Melilla que decidió dejar la escuela y ponerse el burka. Tengo que decir que estoy impactada y por varias razones que paso a exponer.

La burka no es una vestimenta islámica. Es un vestido tradicional de Afganistán. Chadia, a sus 15 años, argumenta que es Allah quien la ha aleccionado, a través del Corán, a usar burka. Creo que esto es un error. El mandato del Corán, para todos los musulmanes hombres y mujeres, es el recato y la modestia, no precisamente la burka:

"Di a los creyentes que bajen sus miradas y sean castos. Esto es lo más conveniente para ellos. Dios está bien informado de lo que hacen. Di a las creyentes que bajen sus miradas y sean castas, y que no muestren de sus adornos más que lo que se ve…" (Corán, 24, 31-32)

Está claro. Castidad. El Noble Corán no hace alusión a ninguna prenda en particular. No dice si la mujer debe usar un velo, una túnica, una kurta con pantalones, maxi vestido, falda larga con blusa ancha, etcétera. Las polémicas sobre el hiyab son bizantinas y conocidas; no voy a entrar en ello en este caso. Basta con mirar las diferentes maneras de cubrirse que asumen las mujeres de Medio Oriente y África del Norte según su cultura y región.

Una de las razones que se citan a favor de la vestimenta islámica, velo incluido, es que facilita la interacción social de las mujeres, quienes, al no revelar su anatomía -por naturaleza atractiva a las miradas- podrían sentirse más cómodas y seguras fuera de casa, ya sea en la calle, el trabajo, la universidad, haciendo las compras o en cualquier otra instancia de la vida social de una persona normal.

¿Qué se está facilitando en el caso de Chadia, cuando se le permite dejar la escuela, ponerse la burka, separarse de sus amigas y encerrarse en su habitación? ¿Y todo esto pasa delante de la familia?

Y digo "se le permite". Tiene 15 años, es una adolescente. Como sabemos, es una etapa difícil con muchas confusiones respecto a la identidad, el deber ser, a las expectativas propias y ajenas. Es una etapa dolorosa de descubrimiento del ser "uno mismo". En esta etapa, la presencia comprensiva de los adultos es necesaria, pero más aún, que esos adultos que quieren comprender, sean a su vez guías amorosos del adolescente. La madre de Chadia, ¿Sólo se sienta en el sillón de su casa a cantar sus penas mientras su hija se aísla del mundo? El director de la escuela ¿Sólo se limita a decir que la joven no puede estudiar porque, según el reglamento, no puede asistir con burka?

De acuerdo a como lo describe la noticia, todo el mundo se lo toma con demasiada calma para mi gusto: la chica no va a la escuela, no tiene amigas, no quiere tener novio…Me pregunto quién asumirá el hecho de que Chadia, siendo buena alumna en la escuela, haya dejado de estudiar, negándose a los 15 años, la oportunidad de hacer una carrera, de tener un trabajo, de ser independiente y desarrollar su potencial. No digo que este es el "deber ser" de toda mujer; toda mujer es diferente y tiene libertad de elegir. Toda mujer. Chadia es una niña. ¿Sabrá lo que gana? ¿Sabrá lo que pierde?

Cada uno tiene derecho a vestir como quiere, pero en este caso ¿Existe total certeza respecto a que la decisión de Chadia fue tomada con pleno conocimiento de causa? ¿Qué sabe de la vida? ¿Qué hay de las consecuencias de su decisión? Estoy segura que si el caso hubiese sido el contrario y la joven hubiese decidido ir a la escuela en bikini, todo el mundo, incluyendo a la madre y al director, hubiesen rasgado vestiduras y babuchas aduciendo razones de recato, ataque a la religión, alteración del orden público y ofensa a la moral.

¿Y la inmoralidad de permitir que una joven ponga en riesgo su futuro como persona, vulnere sus derechos, se quede sin educación, no lleve una vida social de acuerdo a su edad, con los riesgos conocidos del aislamiento, en el desarrollo de la personalidad y la salud psicológica y emocional que esto puede tener, en una persona en formación?

Como la chica quiere cubrirse y no descubrirse, nadie reacciona como debería, esto es, ofreciendo consejo, orientación y alternativas que permitan a Chadia hacer una vida lo más normal posible a pesar de la burka.

Un punto que me llama la atención es que tanto Chadia como sus otras amigas que desean ponerse la burka o el niqab, pertenecen a estratos sociales vulnerables de la ciudad de Melilla. De los barrios más periféricos y deprimidos. Me atrevo a decir que esta condición, en algún grado difícil de ver a simple vista, ha influído en la decisión de usar burka. Alguna relación hay entre las ideas personales acerca de la propia capacidad,del futuro y de lo que ofrece el medio para su concreción y la opción por el extremismo religioso; una relación que, guardando las proporciones, me hace pensar en el atentado terrorista ocurrido en Casablanca en el año 2003: Todos los jóvenes que participaron en él eran social y económicamente marginales

Un elemento fundamental en la decisión de la niña parece ser la lectura del libro "Tú puedes ser la mujer más feliz del mundo" en el cual se estimularía a las mujeres a la sumisión y obediencia total al varón y a recluirse en sus casas. Un libro que dice ser basado en la palabra de Allah. Con todo respeto, discrepo en un 1.560% con el autor de este libro y los objetivos que persigue.

En un momento en que hablamos de perspectiva de género y se debate con pasión en todo el mundo sobre los derechos de la mujer musulmana, vale la pena advertir sobre las intenciones de algunos y las estrategias “insider” de dificultar nuestra inclusión como mujeres activas, visibles y con voz propia en la comunidad.
Yo no necesito que un señor con barba me venga a decir cómo debo ser feliz. Parte de mi deber como creyente es descubrir eso por mí misma.

El islam es facilidad para el ser humano. El Profeta Muhammad (PyB) dijo: "La religión es muy fácil y cualquiera que exija en su religión no será capaz de continuar de esa manera. Así que no debería ser extremista… (Bukhari)"

El islam vino a liberar a las mujeres, no a encerrarlas en casa. Las levantó de su condición de objetos y las hizo iguales en derechos y deberes que los hombres; les reconoció las mismas posibilidades de ser; las hizo visibles como sabias, científicas y artistas. Allah nos ordena buscar personalmente el conocimiento. Un libro, aunque se convierta en best seller entre la Ummah, no puede reemplazar la palabra sagrada y revelada de Allah. No se puede hacer Dawa para negarla o tergiversarla, ni utilizar el islam para fines de opresión ni para estimular entre los musulmanes el aislamiento, la incomunicación, el abandono de su propio destino. Menos, para imponer una ideología que no es religiosa, sino política y que se expande gracias al fomento de la ignorancia y el dogmatismo.

La burka más peligrosa, es aquella que actúa como bozal y censor de nuestras propias conciencias

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