De los 40.575 estudiantes de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato, están matriculados en esta materia 31.453. De ellos, 16.982 estudian en centros públicos y el resto en concertados
Aunque pudiera parecer que la asignatura de Religión Católica está cada vez más arrinconada en las aulas, los datos de los alumnos que se han matriculado en esta materia optativa ofrecen otra visión. Siete de cada diez alumnos decide cursarla.
Según los datos aportados por la Delegación Diocesana de Enseñanza, de los 40.575 estudiantes matriculados este curso 2009-2010 en los niveles de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato (primer curso), 31.453 han elegido la asignatura, lo que supone un 77,52% y un 0,23% más respecto al curso 2008-2009.
Los porcentajes varían si se analizan los datos por centros públicos y concertados. Por lo que se refiere a los públicos, el porcentaje de estudiantes que cursan Religión es del 65,79% (-2,44% que el curso pasado), de modo que 16.982 de los 25.812 matriculados cursan la asignatura.
En los concertados el porcentaje de alumnos es del 98% (-0,88% que el curso pasado), cursándola 14.471 de los 14.763 matriculados.
La delegada diocesana de Enseñanza, Manuela García, hace una valoración muy positiva de los datos y apunta que las familias siguen apostando por una educación religiosa para sus hijos a pesar de que pueda parecer que la sociedad está más secularizada. «Cada vez hay menos perjuicios y se actúa con más libertad de conciencia. Las familias siguen apostando por la educación religiosa para sus hijos y quieren que cursen la asignatura», apuntó.
En el caso de alumnos de Secundaria o primer curso de Bachillerato se está observando que deciden matricularse de Religión precisamente porque hay un gran movimiento contrario a la asignatura, según García.
También se dan casos de estudiantes que deciden cursarla por su valor cultural al proporcionarles conocimientos que contribuyen a una mejor comprensión de otras asignaturas como Historia, Literatura o Arte
Si se hace el análisis de los alumnos matriculados en función de los niveles educativos se observan algunas diferencias. En el caso de los centros públicos, en educación Infantil el porcentaje de escolares que cursan Religión es del 75,5%, mientras que en Primaria sube al 76,3%. Por el contrario, experimenta un descenso en el primer ciclo de Secundaria (51,7%), en segundo ciclo de Secundaria (41,6%) y Bachillerato (29,36). Sin embargo, como dato curioso, este curso ha subido la matrícula en Secundaria respecto al pasado.
En el caso de los colegios concertados, el porcentaje de matriculados en la asignatura se mantiene entre el 87 y el 100%.
La delegada diocesana de Enseñanza recuerda que las clases de Religión no son una catequesis, sino que se imparte un currículum adaptado a la LOE y aprobado por el Ministerio de Educación.
Se trata de una asignatura optativa y evaluable, tanto en los colegios públicos como concertados, aunque su nota no cuenta para poder acceder a becas, ni para media del expediente o el acceso a la universidad.
En educación Infantil se cursa una hora a la semana; en Primaria, hora y media; en primero, segundo y tercero de Secundaria, una hora y en segundo de Secundaria y primero de Bachillerato, dos horas.
La delegada diocesana de Enseñanza lamenta que la asignatura alternativa a la Religión no esté bien tratada en los centros educativos al no contar con un programa definido. Además, se imparte a primera o última hora del día, de modo que los alumnos más mayores deciden quedarse en casa. «Esta falta de exigencia en la alternativa va en detrimento del sistema educativo», señaló.
106 profesores. En la actualidad hay 106 profesores que imparten Religión en los centros públicos a los que se suman los de los concertados. En el caso de los públicos, es el propio centro el que solicita los profesores que necesita al término del curso. La Delegación Diocesana de Enseñanza les propone y la Consejería de Educación les nombra. Los docentes de los centros concertados tienen en su mayoría el título que les permite impartir la asignatura.
En el caso de educación Infantil y Primaria, se necesita la titulación de Maestro y haber obtenido la Declaración Eclesiástica de Compentencia Académica (DECA), mientras que en Secundaria y Bachillerato deben tener la licenciatura en Teología o la diplomatura en Ciencias Religiosas más cualquier licenciatura.
Además, en el caso de la diplomatura de Maestro también se cursan tres asignaturas que, más otra formación complementaria, permiten impartir Religión. De los 1.366 universitarios matriculados en esta carrera en la Universidad de Burgos, 699 se han matriculado en las materias religiosas.
