La dirigencia nacional del PRD reprobó los señalamientos de la jerarquía católica y afirmó que "es un error" de la Arquidiócesis de México emprender una nueva cruzada con el gobierno del Distrito Federal y los diputados locales de ese partido, al calificarlos de "talibanes laicistas" por haber aprobado leyes que considera inmorales e injustas que atentan contra la vida y la familia, cuando, en ese caso, no se puede negar la influencia que tuvo en nuestro continente la Revolución Francesa y luego la aplicación de la Santa Inquisición que dejó miles de muertos.
En un comunicado, la secretaria general de ese partido, Hortensia Aragón Castillo, sostuvo que el sol azteca reitera su convicción de defender el Estado laico como la forma de convivencia entre los mexicanos, por el cual se garantizan todas las libertades expresadas en nuestra Constitución política, incluida la religiosa, lo que permite que creyentes y no creyentes convivan en condiciones de igualdad y armonía, amparados todos por un gobierno que debe mantenerse alejado de cualquier injerencia religiosa para poder funcionar como tal.
Explicó que la libertad religiosa que el Estado mexicano ampara supone la posibilidad de que todos los habitantes que conforman la nación puedan adherirse a algún credo o Iglesia y profesar sus preceptos; incluso permite que las y los mexicanos no sigan ninguna de estas creencias y se manifiesten abiertamente ateos.
"Coincidimos con la Iglesia Católica que por conducto del Papa Benedicto XVI señaló recientemente que la 'libertad religiosa' es el 'camino para la paz', que compromete a creyentes y no creyentes a un 'respeto mutuo' sobre las distintas convicciones y a valorar los diferentes puntos de vista, sin lo cual no es posible una auténtica democracia, respetuosa del pluralismo", expuso.
Sin embargo, dice Aragón Castillo, el término libertad religiosa pierde su sentido original cuando la Iglesia Católica mexicana pretende que los políticos hagan a un lado el secularismo (dícese de lo que no tiene órdenes clericales y es ajeno a prácticas y usos religiosos) que también ampara el Estado laico y sólo se conduzcan bajo la "libertad" que el catolicismo conoce y que se ha manifestado en diferentes épocas en una aplicación de su dogma de manera irrestricta.
En el año que apenas comienza, manifestó, la Iglesia Católica mexicana ha arremetido nuevamente contra el gobierno del Distrito Federal y contra miembros del PRD en la ALDF, a quienes ha calificado como "talibanes laicistas", a quienes acusa, según su visión, de haber aprobado "leyes inmorales e injustas que atentan contra la vida y la familia", y que, dice, forman parte de una "moda europea contra los signos religiosos".
Al respecto el secretario de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, el perredista Nazario Norberto Sánchez, pugnó por que el gobierno deje de lado cualquier privilegio que se le concede a la Iglesia Católica.
Ello, en referencia a las descalificaciones y adjetivos insultantes que sobre el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, e integrantes del Partido Revolución Democrática (PRD) hizo la jerarquía católica.
Declaró que "comparar con talibanes laicistas cerrados al diálogo a las autoridades de la ciudad y a los legisladores locales, es un claro intento por evitar que sus fieles voten por el PRD y lo hagan por otros partidos que son más afines a la grey católica".