Medios católicos informan que desde que se tomó la decisión de forzar la obligatoriedad de la vacunación a sus seminaristas, varios de éstos han abandonado la agrupación. Lo hacen por “no sentirse cómodos” con la postura tomada respecto a la vacunación.
Según la archidiócesis, «los seminaristas que han decidido abandonar la comunidad del Seminario lo han hecho voluntariamente por no sentirse cómodos con el nuevo requisito que ha adoptado el Seminario de manera extraordinaria para este curso, atendiendo a las recomendaciones de las autoridades sanitarias ante la actual situación de pandemia».
La alternativa que queda a los seminaristas antivacunas es intentar buscar otro seminario que les acepte y que no disponga de ninguna obligatoriedad con respecto a las vacunas.