El arzobispo cuestionó su elección por su boda civil
COMENTARIO: Es curioso observar el uso político de la religión, con la mayor hipocresía. Se jura sobre una biblia, se pregonan las excelencias de la pasión de Cristo en la semana santa,… todo por aprovechar políticamente la figura de la vicepresidenta del gobierno, aunque ella (y es muy libre de hacerlo) se haya casado por lo civil, sin tener en cuenta la doctrina y las normas canónicas de la iglesia y la religión sobre la que jura y pregona. Pero hoy igual que ayer "París, bien vale una misa". La coherencia es cada día un bien más escaso, especialmente entre quienes tanto pregonan y apoyan las doctrinas católicas. Y todo ello sin que ni una parte ni otra hayan puesto de manifiesto la vulneración de la aconfesionalidad que producen estos actos religiosos presididos por cargos públicos.
Pero no hay que preocuparse ella, pecadora, dará su pregón, hay miles de millones de euros en juego y mucho electoralismo.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, ha avanzado hoy que ya está "preparando y redactando" el pregón de la Semana Santa de Valladolid en la catedral de Santa María de su ciudad natal, y que pronunciará ante el arzobispo de la Diócesis, Ricardo Blázquez.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta ha respondido así a una pregunta sobre si, finalmente, pensaba ser la pregonera en la Semana Santa de Valladolid a pesar de los recelos expresados por el arzobispo Blázquez debido al matrimonio civil de la vicepresidenta.
Con estas palabras, la vicepresidenta da por zanjada la polémica y procederá a leer el pregón, en un acto que tendrá lugar el próximo 23 de marzo.
El pregón contará con la asistencia del arzobispo Blázquez quien ha asegurado que asistirá por tratarse de "un género literario, más de una homilía o de un sermón", aunque, a partir de ahora, pedirá al Ayuntamiento que le presente la terna de candidatos por tratarse de un acontecimiento religioso.
